En los últimos años, los pisos turísticos se han convertido en una opción cada vez más popular para los viajeros que visitan Madrid. Sin embargo, su proliferación también ha generado controversia y quejas por parte de muchos vecinos que ven alterada su convivencia. Ante esta situación, las autoridades han decidido poner orden y establecer una nueva normativa que regule este tipo de alojamientos. A continuación, analizamos los principales cambios y lo que suponen para los propietarios.
Prohibición de pisos turísticos en edificios residenciales
Una de las novedades más significativas es que las comunidades de vecinos podrán prohibir los pisos turísticos en sus edificios si así lo deciden en junta. Para ello, se requerirá una votación favorable de tres quintas partes del total de los propietarios. Esta medida busca dar más poder de decisión a los residentes y evitar las molestias que en ocasiones generan algunos inquilinos temporales poco respetuosos con las normas de convivencia.
Sin embargo, incluir esta cláusula prohibitiva en los estatutos de la comunidad no será gratis. Según datos del Registro de la Propiedad de Madrid, el coste de modificar los estatutos para vetar los pisos turísticos oscilará entre los 2.600 y los 4.000 euros por edificio, dependiendo de sus características. Cada propietario deberá asumir una parte proporcional de ese importe.
Por tanto, los vecinos que quieran blindar sus fincas frente a este uso tendrán que valorar si les compensa hacer ese desembolso. En comunidades pequeñas, la cantidad a pagar por cada uno podría ser considerable. Mientras que en edificios grandes con muchos propietarios, el coste individual será menor. En cualquier caso, se trata de una inversión que busca preservar la calidad de vida y el carácter residencial de los inmuebles.
Requisitos para los pisos turísticos
Aquellos propietarios que quieran dedicar sus viviendas al alquiler vacacional, tendrán que cumplir una serie de requisitos para operar de forma legal. El principal es presentar una declaración responsable de inicio de actividad ante la Dirección General de Turismo de la Comunidad de Madrid.
Junto a esa declaración, deberán aportar un certificado de idoneidad para vivienda de uso turístico (CIVUT). Este documento, que deberá emitir un arquitecto o arquitecto técnico tras una inspección, acreditará que el inmueble cumple condiciones básicas de habitabilidad y seguridad. Entre ellas:
- Disponer de calefacción y suministro de agua fría y caliente
- Tener ventilación directa al exterior o a patio
- Contar con un extintor en el interior a menos de 15 metros de la puerta
- Tener señalización de emergencia indicando la salida
- Disponer de un plano de evacuación en lugar visible
Además, los propietarios deberán contratar un seguro de responsabilidad civil que cubra posibles daños a los inquilinos. Y tendrán que facilitar a los clientes, antes de la contratación, información sobre la accesibilidad de la vivienda.
Una vez presentada la declaración responsable con toda la documentación, la vivienda quedará inscrita en el Registro de Empresas Turísticas de la Comunidad de Madrid. Cualquier cambio posterior en las condiciones deberá ser comunicado a la administración.
Capacidad limitada y precios expuestos
La normativa también regula la capacidad máxima de ocupación de los pisos turísticos en función de su superficie:
- Viviendas de menos de 25 m2 útiles: máximo 2 personas
- Viviendas entre 25 y 40 m2 útiles: hasta 4 personas
- Por cada 10 m2 útiles adicionales se permitirán 2 personas más
En cuanto a los precios, deberán exponerse en un lugar visible a la entrada de cada vivienda. En la tarifa estarán incluidos los suministros de agua y energía, el uso de ropa de cama y baño, y la limpieza.
Placa distintiva obligatoria
Otro de los requisitos es que cada piso turístico exhiba en su puerta, en un lugar visible, una placa distintiva que lo identifique como tal. El diseño de la placa está regulado y deberá ajustarse al modelo oficial, que incluye las siglas VUT (Vivienda de Uso Turístico) y el número de registro.
De esta forma, será fácil distinguir aquellos alojamientos que cuentan con todos los permisos en regla. Y al mismo tiempo, facilitará las labores de inspección para detectar aquellos que operan en la clandestinidad.
Régimen sancionador
La normativa establece un régimen sancionador para perseguir los incumplimientos y el intrusismo. Aquellos propietarios que alquilen sus viviendas a turistas sin haber presentado la declaración responsable ni disponer del CIVUT podrán ser multados.
Las sanciones por ejercer la actividad sin la debida habilitación oscilarán entre los 600 y los 30.000 euros, en función de la gravedad de la infracción. Además, podrá ordenarse el cese de la actividad y el cierre del establecimiento ilegal.
En los últimos años, el Ayuntamiento de Madrid ha reforzado las inspecciones y ha sancionado a cientos de pisos turísticos sin licencia. Ahora, con la nueva regulación autonómica, se espera un mayor control y una reducción de la oferta ilegal.
En resumen
La nueva normativa sobre pisos turísticos en Madrid busca poner orden en un sector en auge que estaba generando problemas de convivencia. Por un lado, da más poder a las comunidades de vecinos para vetar este uso en sus edificios, aunque tendrán que asumir el coste de modificar los estatutos.
Por otro, establece una serie de requisitos y obligaciones para los propietarios que quieran dedicar sus viviendas al alquiler vacacional, desde la presentación de una declaración responsable hasta la contratación de un seguro. También limita la capacidad de los alojamientos y obliga a publicitar los precios.
El objetivo es garantizar unos mínimos de calidad y seguridad para los usuarios, al tiempo que se combate el intrusismo y la competencia desleal. Aquellos propietarios que quieran seguir con esta actividad deberán adaptarse cuanto antes a las nuevas reglas del juego. Mientras que los que operaban en la alegabilidad tendrán que decidir si les compensa regularizar su situación o buscar alternativas.
En definitiva, la nueva regulación supondrá cambios importantes en el mercado de los pisos turísticos madrileños. Habrá que ver cómo evoluciona la oferta y la demanda en los próximos meses y qué efectos tiene sobre el sector turístico en general. Lo que parece claro es que se avanza hacia un modelo más ordenado y transparente, en el que primen la legalidad y el respeto a la convivencia vecinal.
Referencias: El Español y Normativa Madrid.