El mundo del fútbol se conmocionó en 2017 cuando Abdelhak Nouri, un joven jugador del Ajax, sufrió un colapso en un partido amistoso contra el Werder Bremen. Nouri se desplomó en el campo y fue llevado al hospital en estado crítico, donde fue inducido en coma. Casi tres años después, Nouri ha despertado del coma, pero lamentablemente no se ha recuperado de los graves daños que sufrió.
Nouri, que tenía sólo 20 años en el momento del colapso, era considerado uno de los mayores talentos del fútbol holandés. Había jugado más de 50 partidos con el Ajax y había sido comparado con el famoso jugador del Barcelona, Johan Cruyff. Su carrera parecía estar en ascenso cuando ocurrió el incidente, pero todo cambió en un instante.
Durante su tiempo en coma, Nouri ha recibido un gran apoyo de la comunidad del fútbol y de sus compañeros de equipo. El Ajax retiró su número 34 en su honor y los aficionados han creado numerosos tributos y homenajes en su nombre. Sin embargo, el tiempo ha pasado y las esperanzas de una recuperación completa se han desvanecido.
El hermano de Nouri, Abderrahim, ha declarado que el jugador ahora está despierto y puede comunicarse, pero aún necesita atención médica constante. «Le dimos masajes en sus manos y se sintió bien y respondió con fuerza», dijo en una entrevista. «Se ríe, llora, come, eructa, pero comunicarse con él es difícil».
Tristemente, el caso de Nouri no es único en el mundo del deporte. El boxeador estadounidense, Christy Martin, sufrió una lesión cerebral casi fatal en 2010 y nunca recuperó completamente su capacidad para hablar o moverse. El jugador de rugby australiano, Ben Czislowski, sufrió una lesión en la cabeza mientras jugaba en 2007 y pasó años recuperándose antes de retirarse del deporte.
Estos casos son un recordatorio impactante del riesgo que los atletas asumen cada vez que entran en un campo de juego. A pesar de las medidas de seguridad y los avances en la tecnología médica, las lesiones graves y potencialmente mortales aún ocurren con demasiada frecuencia.
Afortunadamente, cada vez hay más conciencia y atención en torno a la seguridad en los deportes, especialmente en los deportes de contacto. Las medidas de seguridad para el boxeo y el rugby, por ejemplo, han mejorado significativamente en las últimas décadas para reducir el riesgo de lesiones graves.
Sin embargo, queda mucho por hacer y el caso de Nouri es un recordatorio trágico de ello. Aunque ha despertado del coma, su vida nunca volverá a ser la misma. Su carrera como jugador de fútbol ha terminado y su familia ha tenido que ajustar sus vidas para cuidarlo a tiempo completo.
A medida que el mundo del deporte continúa evolucionando y cambiando, es importante que se preste atención a la seguridad de los atletas y se tomen medidas para protegerlos de lesiones que puedan afectar la calidad de vida después de su carrera deportiva. La salud y el bienestar de los atletas siempre deben ser una prioridad en el deporte.
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