«No hay salida» – Los monólogos del asesino de Manzanares capturados por un micrófono secreto en su vehículo.

El micrófono que la Guardia Civil había colocado en el coche que solía usar Antonio Caba, el intermediario de Manzanares, permitió escuchar sus soliloquios, que dieron pistas sobre dónde se encontraba el cadáver del empresario Juan Miguel Isla, y llevaron a su detención junto a su amigo, Gaspar Rivera. Caba, que tomaba muchas precauciones para no dejar rastros de sus movimientos y no hablaba casi por teléfono móvil, se desahogaba en voz alta mientras conducía. A raíz de una llamada de Gaspar alertándole de que la Guardia Civil estaba preguntando por una finca que habían comprado al empresario desaparecido, Caba se enfureció, temiendo que estuvieran cerca de encontrar el cadáver y detenerlos. En una conversación posterior, le recriminó a su amigo por haberlo llamado al tiempo que se desahogaba en voz alta, sin saber que lo estaban grabando. Caba y Gaspar visitaron la finca donde habían escondido el cadáver de Isla sin teléfonos móviles para evitar dejar rastro, pero fueron seguidos y grabados por la Guardia Civil. Caba se mostraba pesimista, sabiendo que la finca sería registrada, y finalmente fue detenido junto a Gaspar.

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