En una tendencia marcada por cambios significativos y medidas regulatorias, el precio de la electricidad en España continúa ofreciendo una respiración económica a varios sectores, incluidos consumidores domiciliarios y empresariales. Según la información más reciente del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), este viernes 21 de junio, el precio promedio de la electricidad en el mercado mayorista ha registrado un benévolo descenso, posicionándose en 14,89 euros por megavatio hora (MWh).
Se anticipa que, dentro de la jornada, el momento de mayor costo se sitúe entre las 21:00 y las 22:00 horas, alcanzando los 22,08 euros/MWh, mientras que el período más asequible se espera entre las 16:00 y las 17:00 horas, cuando el precio descienda a 8,69 euros/MWh. Esta variabilidad de precios, si bien forma parte de la dinámica diaria del mercado, refleja la influencia de factores como la demanda y la generación disponible, siendo estos indicadores clave para el establecimiento de los precios de forma horaria.
Es importante subrayar que el precio del mercado mayorista, comúnmente conocido como ‘pool’, no se traduce de manera directa en el coste final en la factura de los usuarios acogidos a la tarifa regulada, llamada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). El cálculo de esta tarifa ha sido objeto de una reciente revisión, adoptando un nuevo método que pretende ofrecer un balance entre las variaciones a corto plazo y una estabilidad de precios en el medio y largo plazo. Esta medida aspira a fomentar un consumo más consciente y eficiente, además de promover el ahorro en los costes energéticos de los hogares.
En un esfuerzo por disminuir la volatilidad en los precios de la electricidad y mejorar la predictibilidad para los consumidores, se prevé una reforma en la configuración tarifaria que reduce gradualmente la influencia del precio instantáneo del ‘pool’. Este cambio contempla incrementar la proporción del cálculo basado en los precios de los mercados de futuros, comenzando con un 25% en 2024, aumentando al 40% en 2025, y alcanzando finalmente el 55% en 2026.
Esta serie de ajustes y reformas marcan una dirección favorable hacia el fortalecimiento de un sistema energético mucho más sostenible y eficiente en España. No obstante, es crucial que los consumidores sean conscientes de los costes fijos incluidos en sus facturas, los cuales no experimentan modificaciones con los vaivenes del mercado mayorista.
Este panorama presenta un horizonte prometedor para el sector energético español, donde el impulso hacia la sostenibilidad, la implementación de estrategias de eficiencia y una estructura tarifaria más equitativa se perfilan como pilares fundamentales en la transición energética y en la mitigación de los desafíos económicos asociados al consumo de energía.
