El municipio Culroya-Pueyo, en Zaragoza, tiene una población de 286 habitantes y el sábado se llevó a cabo una consulta popular para decidir si se pronuncian en contra o a favor de la minería de litio en España, donde expertos del pueblo abrieron un debate participativo. Culroya-Pueyo estaba llamado a convertirse en el segundo municipio de España en el que se realizara una consulta popular contra la minería de litio -después de Salamanca.
España está cerca de convertirse en el tercer país europeo en la producción de litio, justo detrás de Portugal y Serbia, ya que planea abrir dos minas de extracción del metal en 2020, una en las montañas de Caceres y la otra en Salamanca, con un plan destinado a reducir la dependencia de Europa en las importaciones de litio y baterías de China.
El litio es un elemento fundamental para la producción de baterías para coches eléctricos, lo que indica que la demanda de litio podría incrementarse drásticamente en los próximos años, especialmente para Europa ya que este continente tiene como objetivo reducir el uso de coches contaminantes para reducir la huella de carbono y disminuir el cambio climático.
Actualmente, Europa depende del suministro de litio de otros países, especialmente de China debido a que es el país más grande en términos de producción de litio, y esto ha aumentado la demanda en Europa ya que otra fuente de suministro de litio ha sido muy limitada.
Sin embargo, aunque la minería de litio en España podría impulsar la economía y reducir la dependencia del país en las importaciones chinas, también hay preocupaciones acerca de los efectos ambientales y sociales que la minería de litio podría tener en España. En particular, se han planteado preocupaciones sobre el hecho de que la minería de litio utiliza técnicas de minería a cielo abierto, lo que puede causar daños severos a los ecosistemas y el medio ambiente.
Asimismo, los habitantes temen que las mineras produzcan desechos tóxicos y químicos, lo que podría tener efectos perjudiciales en la calidad del aire y del agua y, en última instancia, afectar la salud de los residentes locales y disminuir la calidad de vida en las áreas aledañas a las minas.
A pesar de estas preocupaciones, la consulta pública celebrada en Culroya-Pueyo ha permitido a los residentes expresar sus puntos de vista y experiencias sobre el tema y permitir a las autoridades tomar decisiones informadas sobre si seguir adelante con la minería de litio en la región.
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