La geotermia porcina, el sistema de climatización eficiente y de bajo coste

El sector porcino, por su actividad en sí, está sometido a una regulación medioambiental exigente; una cuestión que ha contribuido a que apueste decididamente por reducir las emisiones de gases, y usar de forma más eficientemente el agua o disminuir el consumo energético. Una nueva forma de generar energía de bajo coste con la geotermia y los cerdos.

En la actualidad, este sector ocupa un papel protagonista en la sostenibilidad ambiental integral y en conseguir un impacto climático neutro para 2021. Un esfuerzo que puede constatarse al comparar los datos, analizados por Interporc, de 2005 y 2018 sobre las granjas de porcino españolas, del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (marzo 2021). En concreto, en 2005 se emitía una kilotonelada de CO2 por cada 524 toneladas de carne producidas, mientras que en el año 2019 emitieron 1 kilotonelada de CO2 por cada 891 toneladas de carne producidas. También se han reducido las emisiones derivadas de la gestión de estiércoles, tanto las de metano (37,5%), como las de óxido nitroso (38,0%). En esta línea ha trabajado ISBRAN, empresa española dedicada a realizar instalaciones de geotermia porcina en las granjas españolas que trabaja por la eficiencia energética, el bienestar de los animales y la rentabilidad económica de las granjas.

La aplicación de la GEOTERMIA ha evolucionado, si al principio las perforaciones eran verticales (120 metros de profundidad), ahora, la mayoría de las perforaciones en las granjas son horizontales aprovechando que poseen los terrenos aledaños; esta nueva modalidad reduce notablemente los costes de inversión y por tanto el retorno de la inversión es más rápido.

La geotermia porcina no tiene rival entre los sistemas actuales de calefacción por su eficiencia y retorno de la inversión. Desde ISBRAN lo explican muy bien: una granja de madres con 16.000 lechones en plena borrasca Filomena, con Geotermia apenas gastó en la factura mensual 1 euro por cada 1000 cerdos. El consumo en gas que se da en las granjas es 10 veces superior, si tenemos en cuenta los precios actuales. España es un país dependiente en gas, mayoritariamente de Argelia, y cuyo precio es muy inestable debido a la inestabilidad política en el Magreb. Las granjas que utilizan gas como energía para calefacción caminan hacia un despeñadero económico por las enormes subidas y desorbitados precios del gas.

GEOTERMIA de ISBRAN consigue un notable ahorro anual de hasta el 75% de la factura energética, concretamente si es biomasa la reducción es del 70%, si es gasóleo un 80% y si es electricidad un 90%. Las granjas son menos dependientes de los sistemas energéticos y de los vaivenes de sus precios. El cambio a un sistema geotérmico es simple y con una inversión fácilmente retornable en pocos años. Además, evita suministros y almacenamiento de gas en las instalaciones minimizándose así los posibles riesgos de fugas o accidentes. El sistema geotérmico es el más eficiente del mercado, consigue un Coeficiente de Rendimiento Térmico (COP´s ) de hasta 5 kWh térmicos gratis por cada kWh eléctrico que consume.

ISBRAN, pionera en eficiencia energética, así como en proporcionar energías limpias, económicas y seguras en las granjas de producción porcina ha sido premiada en la FIGAN 2021 de Zaragoza, en concreto su técnica PURITERMIA. La PURITERMIA está basada en la captación del calor de los purines en la losa de los cimientos de la granja ha sido galardonada como novedad técnica. Una novedad técnica que, según señala Bruno Jiménez, gerente de Isbran Geotermia al programa TEMPERO de Aragón TV, “radica en refrescar el purín y, por tanto, se emiten menos emisiones, se mejora el bienestar animal y de los trabajadores y además la contaminación es menor. El purín que se encuentra en los fosos de los alojamientos, donde los animales se sitúan encima de los slats, tiene una temperatura alrededor de los 25º C, mucho mayor que la temperatura que se puede captar en el terreno tanto en la captación vertical como horizontal. La novedad es refrescar y bajar la temperatura del purín a los 15 o 10º C dependiendo la época del año”.

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