En los últimos diez años, la Comunidad de Madrid ha sido testigo de un programa único de salud pública que ha beneficiado a más de 6.550 bebés prematuros y a niños enfermos nacidos a término, gracias a la generosidad de 2.261 madres donantes que han aportado cerca de 19.500 litros de leche materna. Esta acción solidaria ha sido coordinada por el Banco Regional de Leche Materna, ubicado en el servicio de Neonatología del Hospital público Universitario 12 de Octubre, que acaba de celebrar su décimo aniversario.
Entre las numerosas historias de esperanza, se destaca la de Montserrat Ludeña, quien pudo contar con este recurso vital cuando su hija Valeria nació con apenas 24 semanas y un peso de 550 gramos. La capacidad del banco de ofrecer leche adicional en momentos críticos fue decisiva para la recuperación de Valeria.
El Banco de Leche no solo brinda un recurso vital para bebés prematuros, sino que también funciona como un centro referente en la promoción de la importancia de la lactancia materna. Bea Flores, encargada de calidad del banco, enfatiza los múltiples beneficios de la leche materna, no solo como fuente de nutrición sino también como protección contra diversas enfermedades. María José Selles, otra madre beneficiada, reflexiona sobre el poder curativo de la leche materna, destacando su impacto positivo en varios sistemas del cuerpo de un neonato.
La leche donada proviene de madres con hijos sanos y de aquellas que han experimentado la pérdida de un bebé, convirtiendo su duelo en un acto de solidaridad. El proceso de donación está cuidadosamente diseñado para ser accesible y gratificante, con el Hospital recogiendo la leche a domicilio en colaboración con la Fundación Ronald McDonald, garantizando así su disponibilidad continua.
Para consolidar este programa de éxito y seguramente salvar más vidas, la Comunidad de Madrid urge a nuevas madres a unirse como donantes, fortaleciendo así esta red solidaria que transforma el acto de amamantar en un regalo de vida. Este llamamiento busca no solo cumplir con las necesidades presentes sino ampliar la capacidad de asistencia a más niños en situación vulnerable.
La labor del Banco Regional de Leche Materna destaca como un ejemplo luminoso de humanidad y salud pública, mostrando el impacto transformador que puede tener la solidaridad y el compromiso comunitario en las vidas de los más pequeños y sus familias.