Desde su irrupción en el escenario político español, Vox ha sido señalado por buena parte de la sociedad como un partido de ultraderecha, cercano al neofascismo y a la intolerancia. Sin embargo, con la moción de censura presentada por la formación liderada por Santiago Abascal, se ha producido un curioso efecto: la presencia en la misma del economista y político Ramón Tamames ha permitido a Vox blanquear su imagen y presentarse ante la opinión pública como un partido plural y democrático.
¿Quién es Ramón Tamames? Se trata de uno de los intelectuales más destacados de la izquierda española en el siglo XX. Tamames fue dirigente del PCE en la clandestinidad durante el franquismo, y participó activamente en la transición política hacia la democracia tras la muerte del dictador. Como diputado en las Cortes Constituyentes, colaboró en la elaboración de la Constitución española de 1978, que se convirtió en el marco legal de la democracia. Tras su paso por IU y el CDS de Adolfo Suárez, Tamames se convirtió en un prestigioso economista y autor de varias decenas de libros, algunos de los cuales se han convertido en clásicos del pensamiento económico español.
El hecho de que Ramón Tamames haya aceptado participar en la moción de censura de Vox ha sido interpretado por muchos como una maniobra para blanquear la imagen del partido ultraderechista. Y es que, aunque Tamames no es miembro de Vox, su presencia en la moción de censura ha servido para presentar a la formación liderada por Abascal como una opción plural y tolerante, capaz de acoger a personas de distintas sensibilidades políticas. La operación de maquillaje ha sido especialmente efectiva dado el pedigrí inequívocamente democrático de Tamames: si un intelectual de izquierdas como él está dispuesto a dar su apoyo a Vox, ¿cómo puede ser un partido de ultraderecha?
La jugada de Vox ha sido astuta, pero también peligrosa. Por un lado, el partido ha conseguido desviar la atención de sus posturas extremistas en materia de inmigración, igualdad de género o derechos LGTBI, presentándose como un partido plural y transversal que busca la regeneración política. Pero por otro lado, Vox ha abierto la puerta a la banalización de la ultraderecha, al hacer creer que puede ser compatible con el pensamiento de una figura tan prestigiosa como Ramón Tamames. En este sentido, es significativo el hecho de que la presencia de Tamames en la moción de censura haya provocado una división en la propia izquierda, con algunos sectores criticando su apoyo a la operación de Vox.
En cualquier caso, la moción de censura de Vox ha sido un ejercicio de cinismo político que ha puesto de relieve la habilidad del partido para usar cualquier medio para conseguir sus objetivos. Blanquear su imagen a través de la presencia de Ramón Tamames ha sido solo una parte de una estrategia más amplia que busca erosionar la imagen del gobierno de Pedro Sánchez y, si es posible, conseguir algún rédito electoral en el futuro. En este sentido, la moción de censura de Vox es un recordatorio de que la política española sigue polarizada y que las opciones políticas más extremas siguen buscando su espacio.
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