Una almeja de Islandia llamada «Ming» fue el animal más longevo jamás documentado, vivió durante 507 años antes de que muriera de manera accidental durante un análisis para comprobar su edad en el año 2006. Los científicos habían descubierto a Ming, durante una expedición científica a Islandia en 2006 durante una campaña para investigar el cambio climático durante los últimos 1.000 años. La almeja era una especie útil para este tipo de estudios porque sus conchas contienen registros muy significativos de los cambios ocurridos en el clima. Cada estría en la concha de la almeja es igual a un año, por lo que los investigadores pudieron deducir su edad. Los científicos le causaron la muerte inadvertidamente para determinar su verdadera edad de esta especie de almeja que se encuentra en amenaza de extinción debido a la acidificación de los océanos causada por el cambio climático.
Es interesante descubrir que muchos han comido ejemplares tan antiguos o más que Ming, ya que esta especie de almeja es pescada y consumida a diario. Recientemente otro ejemplar de almeja fue descubierto por un hombre caminando por la orilla de la playa Alligator Point en Florida, Estados Unidos. Tenía 214 años y se llamaba «Aprer-Clam Lincoln». Después de que el hombre que la encontró se dio cuenta de su edad, decidió no matarla y la devolvió al mar para que volviera a su hogar. Aunque la almeja Ming figura en el Libro Guinness de los Récords, se sospecha que hay otros animales, como gusanos y esponjas, que pueden vivir mucho más tiempo.
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