La futbolista del FC Barcelona y la Selección Española, Mariona Caldentey, regresó a la convocatoria del equipo nacional envuelta en polémica. Esta jugadora, una de las grandes referentes del fútbol femenino en nuestro país, recibió críticas por su actitud en la celebración del reciente título de Liga de su equipo.
En concreto, se la acusó de falta de respeto hacia sus rivales al llevar una camiseta con la inscripción «Que te jodan» en referencia al Real Madrid, uno de los grandes rivales históricos del Barcelona. Esta acción no fue bien vista por muchos y generó todo tipo de comentarios en las redes sociales.
La propia Mariona se defendió en su cuenta de Twitter asegurando que esa camiseta la había hecho un amigo en tono de broma para celebrar con su círculo más cercano la consecución del título. Aun así, muchos consideraron que no era un gesto adecuado para alguien que representa a su país y a un equpo tan importante como el Barça.
Esta polémica pilló a la jugadora en plena concentración con la Selección y, aunque no se le mencionó directamente en la rueda de prensa previa al partido, sí que fue objeto de preguntas por parte de los periodistas. Mariona reconoció sentirse incómoda con el tema y aseguró que ya había explicado su postura en su momento.
La realidad es que el comportamiento de los futbolistas fuera del campo siempre es objeto de escrutinio por parte de los medios y de la opinión pública. En el caso concreto del fútbol femenino, las jugadoras tienen una mayor exposición mediática desde que la Liga Iberdrola ha adquirido una mayor relevancia y sus partidos son televisados cada vez con más frecuencia.
En este contexto, las jugadoras deben ser conscientes de que sus actos tienen un gran impacto y que cualquier error o polémica puede perjudicar su carrera y su imagen pública. Mariona ha demostrado en varias ocasiones su compromiso con el fútbol femenino y ha sido una de las grandes protagonistas del resurgir del Barça en los últimos años. Por eso, es importante que siga dando ejemplo dentro y fuera del campo.
En cualquier caso, este episodio ha servido para poner en el debate la relación entre el fútbol masculino y el femenino. ¿Se permitiría a un jugador del Barcelona llevar una camiseta así en una celebración? ¿Es justo que se juzguen con tanta dureza a las jugadoras por cuestiones extradeportivas? Estas preguntas no tienen una respuesta única y dependerán del punto de vista de cada uno.
Lo que es indudable es que el fútbol femenino necesita cada vez más apoyo y reconocimiento y que las jugadoras deben ser conscientes de la responsabilidad que tienen como referentes de un deporte que está en pleno crecimiento. Mariona Caldentey tiene mucho que aportar en este sentido y su regreso a la Selección es una buena oportunidad para demostrarlo.
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