En respuesta al reciente asesinato de un niño de 11 años en Mocejón, Toledo, la Fiscalía ha iniciado investigaciones sobre una oleada de mensajes «falsos» y de «odio» diseminados principalmente a través de redes sociales. Estos mensajes han sido dirigidos indiscriminadamente contra personas extranjeras, poniendo especial énfasis en menores sin referentes familiares en España. Según fuentes del Ministerio Público, se está examinando la relevancia jurídica de estos mensajes, que aparentemente buscan instigar sentimientos de hostilidad y discriminación entre la población.
La delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, condenó enérgicamente a los responsables de difundir tales mensajes, acusándolos de utilizar la tragedia para propagar el odio. «¿Se puede ser más cruel y miserable?», cuestionó durante una rueda de prensa, tras la detención de un joven de 20 años sospechoso de estar involucrado en el homicidio. Tolón hizo un llamado a la humanidad y la responsabilidad, subrayando cómo estos «bulos» alimentan la ira injustificada y pueden llevar a nuevas tragedias.
Este acontecimiento ha llevado a Izquierda Unida a anunciar una denuncia ante la Fiscalía por la difusión de mensajes de odio en la red social X, anteriormente Twitter, relacionados con el crimen. La comunidad y las autoridades locales se encuentran en estado de alerta ante la posibilidad de que estos mensajes instiguen más violencia o discriminación.
El asesinato del menor ha resaltado la vulnerabilidad de los migrantes y en particular la de los niños sin familiares en España. Esta situación ha generado un debate nacional sobre el papel de las redes sociales en la propagación del odio y la desinformación, y sobre cómo se puede combatir eficazmente mientras se protege a las comunidades vulnerables. La Fiscalía, por su parte, sigue adelante con sus investigaciones para determinar la prosecución legal contra los autores de estos mensajes perjudiciales.
