Arranca con fervor y tradición la temporada de festividades en Murcia, arraigando más profundamente las raíces culturales de esta ciudad con eventos que van desde el retumbar de la música hasta el deleite de los paladares gracias a las tradiciones más arraigadas de la región. Entre ellas, Microsonidos 2025 se destaca como un punto de encuentro indispensable para los amantes de la música, ofreciendo una programación que promete vibrantes conciertos y recitales a lo largo y ancho de su calendario.
Sin embargo, no todo es música en Murcia, ya que las fiestas de San Blas y La Candelaria han comenzado a llenar el barrio de Santa Eulalia de color, tradición y devoción. El pasado domingo, un acto presidido por Emilio Llamas Sánchez, presidente de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Jesús, marcó el inicio de estas celebraciones con un pregón que hace eco de la fe y la comunidad. La inclusión de una Eucaristía y una comida popular, protagonizada por la paella tradicional, refuerzan los lazos entre los murcianos y su rica herencia cultural.
Siguiendo la agenda, los asistentes tendrán la oportunidad de profundizar en la historia y patrimonio de Murcia a través del ciclo de conferencias ‘La Trinidad’. Un programa diseñado tanto para grandes como para pequeños, quienes tendrán su espacio con talleres infantiles que introducen a las futuras generaciones en las tradiciones de San Blas y La Candelaria.
Precediendo al día grande de estas festividades, la entrega de distinciones ‘Candelaria y Tío Blas’ se prevé como un evento de reconocimiento a individuos destacados de la comunidad, enlazado con la memorable merienda compuesta por monas y chocolate. Esta tradición, impregnada de nostalgia, abre paso al sábado 1 de febrero, donde Murcia conmemorará su 1.200 aniversario con un desfile que promete ser un espectáculo visual, rememorando la toma de la ciudad por Jaime I.
La distinción ‘Eulalia 2025’ encontrará su dueña en la actriz Pepa Aniorte, un gesto que simboliza la fusión de arte, cultura y historia en un único acontecimiento. En este escenario, la música retoma su protagonismo con un concierto en la Plaza de la Candelaria, fortaleciendo el sentido de comunidad y celebración.
El clímax de estas festividades se alcanzará el domingo 2 de febrero con la celebración de La Candelaria, invitando a los fieles y curiosos a ser parte de la imposición de velas y la procesión que recorrerá las calles con fervor y devoción. El lunes 3 de febrero marcará el cierre de estos actos con una ceremonia que honrará a San Blas, dejando tras de sí una estela de fe, tradición e historia que perdurará hasta el próximo año.
Sin duda, Murcia se consolida como un epicentro de la cultura y la tradición, ofreciendo a propios y ajenos un abanico de actividades que refuerzan su identidad y pertenencia. Una invitación abierta a vivir la riqueza cultural de una región que se reinventa, manteniendo vivo el legado de su gente y sus ancestros.