En un inesperado giro de eventos, Cándido Conde-Pumpido, presidente del Tribunal Constitucional (TC), fue ingresado de urgencia en un hospital de Melilla a causa de una hipertensión causada por el estrés. Fuentes cercanas al magistrado han confirmado que, tras someterse a las necesarias pruebas diagnósticas y un período de observación hospitalaria, Conde-Pumpido ha sido dado de alta y se encuentra en recuperación.
El episodio de salud tuvo lugar en medio de un exigente itinerario, ya que Conde-Pumpido había llegado a la ciudad autónoma el jueves pasado para participar en las XXIX Jornadas de Derecho Enrique Ruiz Vadillo, un evento anual organizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Se esperaba que el presidente del TC clausurara las jornadas este viernes, un compromiso que, lamentablemente, tuvo que ser cancelado debido a su estado de salud.
El deterioro en su bienestar impidió que Conde-Pumpido cumpliera con este importante papel en el evento legal, así como una reunión programada con Juan José Imbroda, presidente de Melilla. Este súbito problema de salud destaca la presión y el estrés a los que se enfrentan frecuentemente las figuras de alto nivel en el ámbito judicial y político.
La hospitalización de Conde-Pumpido refleja también una semana de alta actividad y decisiones significativas en el Tribunal Constitucional. Notablemente, el TC otorgó amparo parcial a la exministra Magdalena Álvarez, respecto a su condena en el polémico caso de los ERE en Andalucía, exigiendo la repetición parcial de la sentencia. Además, el tribunal tomó varias decisiones importantes sobre cuestiones legislativas y de política nacional, como el rechazo de medidas cautelares contra el voto delegado de Carles Puigdemont y la confirmación de la reforma de la ley del aborto para menores de 16 y 17 años, acciones todas ellas que subrayan la intensa presión bajo la cual se encuentra el tribunal.
El último acto oficial en el que se vio a Conde-Pumpido fue durante la celebración del X aniversario de la proclamación de los Reyes, enfatizando su rol activo y destacado en las esferas gubernamentales hasta el momento de su ingreso hospitalario.
Este incidente no solo llama la atención sobre la salud de Conde-Pumpido sino que también pone de relieve el intenso ritmo y las exigencias a las que están sometidos los líderes de las principales instituciones del país, recordándonos la importancia de la gestión del estrés y el cuidado personal aun dentro de los más altos cargos.
