Las calles de Marbella han sido teñidas de luto tras el trágico accidente que culminó con la vida de un niño de tan solo cinco años. El viernes por la tarde, la comunidad de Marbella se vio sacudida por una noticia desoladora: un niño se precipitó de un edificio en la avenida José Manuel Vallés, específicamente en el barrio de Las Albarizas, alrededor de las 17:15.
En el lugar del suceso, se ha erigido un pequeño altar simbólico, adornado con velas, flores y algunas prendas, en memoria del pequeño. Este gesto espontáneo de duelo refleja el profundo impacto que el incidente ha tenido en el corazón de la comunidad local.
Las reacciones inmediatas al suceso indicaron la magnitud del trágico evento. Testigos presenciales describieron escenas de angustia y confusión, con la gente gritando mientras la policía trabajaba diligentemente para mantener el área acordonada y asegurar el lugar del incidente.
La rápida intervención de los servicios de emergencia fue encomiable. Los facultativos de Emergencias Sanitarias 061 se emplearon a fondo en practicar técnicas de reanimación cardiopulmonar al menor. Desafortunadamente, a pesar de sus esfuerzos, las lesiones sufridas eran tan graves que se declaró el fallecimiento del niño.
En las horas y días subsiguientes, efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Local se mantuvieron en el sitio del suceso hasta la llegada de la comitiva judicial, la cual procedió con el levantamiento del cuerpo y su posterior traslado al Instituto de Medicina Legal (IML) de la capital malagueña.
Los primeros informes y diligencias realizadas por las autoridades, incluidas las tomas de declaraciones y las periciales de la Policía Científica, han orientado la investigación a considerar el incidente como un «desgraciado accidente». Hasta el momento, estas investigaciones preliminares descartan la existencia de responsabilidades penales.
Este doloroso suceso ha sumido en el duelo a la localidad de Marbella, especialmente en estas fechas tan señaladas, marcando un sombrío inicio de la temporada navideña. La comunidad se une en el dolor y la solidaridad, esperando encontrar consuelo colectivo mientras se procesa esta trágica pérdida.