Incremento notable en la participación electoral del 12-M en zonas de baja tendencia independentista

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En un día marcado por la expectativa y la anticipación, las urnas de Cataluña abrieron para dar inicio a una jornada electoral que podría redefinir el panorama político de la región. Con la apertura de los colegios electorales, los ciudadanos catalanes han empezado a emitir sus votos en unas elecciones que se perfilan como cruciales para el futuro político de Cataluña.

Desde tempranas horas, se ha observado una tendencia interesante: la participación ha mostrado un incremento significativo en aquellos municipios con menor inclinación independentista. Según informaciones proporcionadas por la administración catalana hasta las 13:00 h, se podría anticipar una participación cercana al 60%. Este dato cobra especial relevancia, ya que podría poner en juego la mayoría independentista en el Parlament. No obstante, es importante notar que esta posible alta participación no necesariamente se traduciría en un mayor número de diputados para el PSC, el cual, según las encuestas previas, aspira superar el umbral de los 40-42 diputados.

Los primeros avances del día indican que a las 13.00 horas, la participación alcanzó el 26,85%, un aumento de cuatro puntos en comparación con las elecciones de hace tres años. Notablemente, en Barcelona, la participación ha sido todavía mayor, llegando al 27,78%, lo que supone una superioridad de más de cinco puntos frente a los comicios de 2021. Sin embargo, en aquellos municipios con una inclinación independentista superior al 70%, se ha notado una reducción en la participación de aproximadamente un 4,8%.

Una sorpresa de estas elecciones podría ser la entrada en el Parlament de la formación ultraderechista Aliança Catalana, especialmente en municipios rurales como Sort (Lleida) y Cassà de la Selva (Girona), donde el interés por las urnas ha aumentado notablemente. Este hecho podría tener un impacto considerable en la distribución del voto independentista.

En otro frente, movimientos como ERC están solicitando una extensión del horario de los colegios electorales en ciudades como Barcelona y Tarragona, debido a averías en el servicio de Cercanías que se vinculan directamente con las elecciones, potencialmente afectando la afluencia de votantes.

Más allá de las cifras y las proyecciones, lo que estas elecciones reflejan es un tejido social en Cataluña con dinámicas complejas y cambiantes. Con municipios mostrando comportamientos electorales divergentes y partidos de todo el espectro político pugnando por ganar influencia, el resultado de estas elecciones podría ser el preámbulo de una nueva etapa en la política catalana. Este 2024, más que decidir sobre candidaturas y partidos, los catalanes están votando por el futuro de su región.

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