En la tarde de este lunes, un incidente involucrando un tren en la ruta Valencia-Madrid ha provocado una interrupción significativa del servicio de alta velocidad entre Madrid y Levante, causando un considerable desorden tanto dentro como en los alrededores de la estación de Chamartín, en Madrid. El cese de actividades, que duró aproximadamente dos horas y veinte minutos, llevó a la acumulación de cientos de personas, creando escenas de caos y confusión.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), informó mediante su cuenta en la red social X que la causa de la interrupción fue un incidente con un tren cerca del Jardín Botánico, obligando a detener todo el tráfico en la destacada línea de alta velocidad que conecta la estación de Chamartín en Madrid con varias ciudades del Levante español. Cerca de dos horas después del anuncio inicial, Adif confirmó la reanudación del servicio, aunque ya se habían generado extensas demoras y descontento generalizado entre los viajeros.
Según fuentes de Adif, el tren afectado se detuvo preventivamente en un túnel de alta velocidad entre las estaciones de Atocha y Chamartín, impidiendo la entrada y salida de otros trenes desde y hacia Levante, lo que llevó a una acumulación de pasajeros tanto en el interior de la estación como en sus accesos. Para gestionar la situación, Adif puso en marcha medidas de control de acceso y comenzó a informar a los viajeros mediante anuncios por megafonía sobre la situación y la gradual recuperación del servicio.
La gestión del flujo de pasajeros fue un desafío adicional para las autoridades, llevando a la intervención de la policía para controlar el acceso al vestíbulo principal y a otros puntos críticos de la estación madrileña. Los pasajeros, algunos de los cuales tuvieron que soportar largas esperas bajo el sol y altas temperaturas, expresaron su frustración por las aglomeraciones y la falta de información precisa durante el incidente.
La situación también tuvo repercusiones en la salud de algunos viajeros, ya que los servicios médicos de emergencia de Madrid, Samur-Protección Civil, atendieron a varias personas por síntomas de ansiedad y mareos, aunque todas fueron dadas de alta en el lugar.
Este acontecimiento ha vuelto a poner de relieve la vulnerabilidad de la infraestructura ferroviaria ante incidentes inesperados y ha generado discusiones sobre la necesidad de mejorar la gestión de crisis y la comunicación con los pasajeros durante estas eventualidades.