El Govern de la Generalitat de Catalunya tiene previsto sustituir la subvención que recibe desde hace tres décadas por otra fórmula de financiación, lo que podría poner en riesgo la viabilidad del Servicio de Asistencia Domiciliaria (SAD), un servicio pionero en Cataluña.
El SAD se creó en la década de los 80 como una alternativa a las residencias de ancianos y está destinado a personas mayores que precisan de ayuda para realizar las tareas cotidianas en su hogar. Este servicio ha sido muy valorado por sus usuarios y se ha convertido en un referente en el ámbito del cuidado a las personas mayores.
El SAD cuenta con una plantilla de más de 3.000 trabajadores y atiende a unas 60.000 personas en toda Cataluña. La subvención que recibe del Govern representa el 80% de su financiación, y el resto proviene de las aportaciones que hacen los usuarios.
La nueva fórmula de financiación que el Govern quiere implantar consiste en establecer un precio máximo por hora de servicio y permitir que los usuarios lo paguen directamente a los trabajadores del SAD, que pasarían a ser autónomos. De esta manera, el Govern se ahorraría la subvención que actualmente da al SAD.
Esta medida ha sido criticada por los sindicatos y las asociaciones de usuarios del SAD, que temen que la precarización laboral de los trabajadores y el aumento del precio del servicio pongan en riesgo la viabilidad del SAD. Además, consideran que la nueva fórmula de financiación no garantiza la calidad del servicio ni el cumplimiento de los derechos laborales.
Los sindicatos también denuncian que esta medida supondría un recorte encubierto de los servicios públicos, ya que se estaría privatizando el SAD a través del establecimiento de precios máximos que no cubrirían los costes reales del servicio.
Por su parte, el Govern defiende que la nueva fórmula de financiación busca dar más autonomía a los usuarios del SAD y mejorar la eficiencia del servicio. Según el conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, este cambio permitiría que los trabajadores del SAD tengan un salario más elevado y un mayor control sobre su trabajo.
Sin embargo, la oposición política, incluyendo al partido que gobierna en solitario la Generalitat, critica la falta de diálogo con los usuarios y los trabajadores del SAD antes de tomar esta decisión. Además, algunas organizaciones de la sociedad civil temen que esta medida suponga un paso más hacia la privatización de los servicios públicos en Cataluña.
En resumen, la decisión del Govern de cambiar la fórmula de financiación del Servicio de Asistencia Domiciliaria ha generado polémica y preocupación entre los usuarios y los trabajadores del SAD. Aunque el objetivo es mejorar la eficiencia del servicio, la falta de diálogo y consenso con los actores implicados dificulta la resolución de este conflicto. La protección de los derechos laborales de los trabajadores y la calidad del servicio deben ser prioritarios en cualquier cambio en la financiación del SAD.
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