El otoño en Madrid se viste de haute pâtisserie con la efímera propuesta de Nicolas Rouzaud en el Rosewood Villa Magna
El encanto del otoño madrileño se torna aún más dulce con una experiencia gastronómica que deleitará hasta el último paladar. En el corazón del Paseo de la Castellana, el lujoso hotel Rosewood Villa Magna abre las puertas de su pastelería Flor y Nata para ofrecer un viaje efímero a la alta repostería de la mano del célebre chef francés Nicolas Rouzaud, un nombre que resuena en las grandes cocinas europeas.
Desde el 15 de septiembre hasta el 15 de octubre, este elegante espacio se transforma en un santuario de haute pâtisserie, donde cada creación es una obra de arte comestible. Con un currículum que incluye estrellas como Le Bristol Paris y su propia The Connaught Pâtisserie en Londres, Rouzaud llega con un menú exclusivo que fusiona tradición y vanguardia.
«La pastelería es arte, una expresión de lujo y artesanía», asegura el maestro, cuyas piezas —inspiradas en joyería y naturaleza— parecen diseñadas más para admirar que para comer. Entre sus joyas dulces destacan las tartelettes, elaboradas con frutas de temporada como frambuesa, manzana o higo con piñones, cada una con un acabado impecable.
El menú incluye clásicos reinventados: el Paris-Brest de pistacho, el cheesecake de limón y un flan parisino que homenajea la esencia de la repostería tradicional. Para quienes prefieren llevarse un pedazo de este placer a casa, hay gâteaux de voyage como madeleines de limón o financiers de avellana.
La experiencia se corona con un Afternoon Tea de 50 euros (65 con Champagne Louis Roederer), donde lo salado y lo dulce se dan la mano: croissants de huevo y aguacate, brioches de salmón y un refrescante granizado de manzana verde con lima.
El Rosewood Villa Magna no solo consolida Flor y Nata como referencia pastelera en Madrid, sino que refuerza el papel de la capital como destino culinario de primer nivel. Una cita irrepetible para los amantes del dulce, donde cada bocado es un capricho con firma de estrella.
Y mientras, Madrid sigue ofreciendo planes únicos
Para quienes busquen más experiencias memorables, la ciudad propone otras alternativas: un mercado renacentista con espectáculos y artesanía junto a un monasterio Patrimonio de la Humanidad, o la gran exposición de Disney por su centenario, con tesoros de Marvel, Star Wars e Indiana Jones. Pero si el paladar pide exquisiteces, la cita es en Flor y Nata. Un lujo pasajero que merece la pena saborear.