En 2023, las carreteras españolas registraron 1.145 fallecidos en 1.048 siniestros mortales, manteniendo una cifra similar a 2022. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presentó estos datos en la DGT, destacando la estabilidad en un contexto de aumento en desplazamientos, parque de vehículos y censo de conductores.
La mayoría de las muertes ocurrieron en vías convencionales y los accidentes más comunes fueron salidas de la vía. Los motoristas presentaron un aumento significativo en mortalidad, mientras que la cifra de ciclistas se mantuvo constante. El ministro resaltó la importancia de la responsabilidad de los conductores y anunció medidas específicas para mejorar la seguridad vial, especialmente para motoristas.
El análisis detallado muestra que la franja de edad de 45 a 54 años tuvo el mayor aumento en mortalidad. Además, se observó un descenso en la mortalidad entre los mayores de 65 años. Los hombres constituyen la mayoría de las víctimas, y la mayoría de los fallecidos se registraron en días laborales. La falta de uso de dispositivos de seguridad como cinturones y cascos fue notable en muchos siniestros.
Andalucía y Cataluña reportaron las cifras más altas de siniestralidad, aunque ambas mostraron una disminución respecto al año anterior. El Gobierno se comprometió a seguir trabajando en medidas para reducir la mortalidad vial y mejorar la seguridad en las carreteras.