Después de la desastrosa participación de España en el Mundial de Rusia 2018, se esperaba que el nombramiento de un nuevo seleccionador fuera el primer paso hacia la recuperación de La Roja. Sin embargo, a día de hoy, los resultados no son los esperados.
Luis Enrique fue presentado como nuevo seleccionador el 9 de julio de 2018, después de la destitución de Fernando Hierro tras el Mundial. Luis Enrique llegaba al cargo con un extenso historial como jugador y entrenador, además de un carácter fuerte y decidido que muchos esperaban que se tradujera en una selección más contundente y efectiva.
Los primeros partidos tras su nombramiento fueron más que prometedores. España ganó a Inglaterra y a Croacia en la Liga de Naciones de la UEFA, y se presentaba como un equipo sólido y bien estructurado. Sin embargo, los siguientes resultados no han sido los esperados.
En la clasificación para la Eurocopa 2020, España ha perdido ya dos partidos: uno contra Noruega y otro contra Suecia. Estos resultados han dejado a La Roja en una posición complicada de cara a la clasificación para el torneo continental. Además, el juego del equipo no ha sido en general convincente, y muchos aficionados y expertos se preguntan qué ha pasado con esa selección ganadora que llevó a España a lo más alto en años anteriores.
No parece que Luis Enrique tenga una varita mágica para solventar los problemas del equipo. De hecho, su estilo personal y su forma de afrontar la selección no parecen estar funcionando. Cada vez son más las críticas que recibe por decisiones cuestionables, tanto en la elección de los jugadores como en la táctica empleada en cada partido.
Otro de los problemas de La Roja en los últimos tiempos ha sido la renovación del equipo. Muchos jugadores clave de la selección han ido retirándose en los últimos años, y no parece haber nuevos talentos capaces de suplirlos con éxito. Luis Enrique ha intentado hacer frente a esta situación dando oportunidad a jugadores jóvenes y menos experimentados, pero los resultados no terminan de convencer. Además, algunos de los jugadores veteranos que todavía están en el equipo parecen estar en una forma bastante baja en algunos casos.
En resumen, parece que la selección española sigue enfrentando problemas importantes en su intento de recuperar su nivel. A pesar de la llegada de un nuevo seleccionador con amplia experiencia y una forma de trabajar decidida, el equipo no ha sabido recuperar el liderazgo y la contundencia que le caracterizó en el pasado. Será tarea de Luis Enrique y sus jugadores trabajar duro para encontrar las soluciones necesarias y volver a ser una selección exitosa que luche por los títulos más importantes.
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