La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado al expresidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, a tres años de prisión, una multa de 3.600 euros y 17 años y tres meses de inhabilitación especial para cargo o empleo público, por los delitos de prevaricación y falsedad en relación con el proyecto del auditorio de Puerto Lumbreras, cuando era alcalde de la localidad. También ha sido condenada la secretaria accidental del Ayuntamiento y el arquitecto del proyecto, como cooperadores necesarios del delito de prevaricación. Esta imputación, que se agravó con una petición de encausamiento de una ramificación del caso Púnica, provocó su dimisión como presidente de la región murciana en 2017. La sentencia permite que sea recurrida ante el Tribunal Supremo.
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