Más allá del habitual intercambio de golpes entre los principales partidos políticos y algunas demostraciones ostentosas de la bancada del Partido Popular para poner en evidencia la corrupción dentro del Gobierno, la sesión de control al Gobierno en el Senado el martes parecía desenvolverse sin mayores incidentes. No obstante, la atmósfera calmada se vio interrumpida por un tenso enfrentamiento entre el senador del PP y vicepresidente de Isabel Díaz Ayuso, Alfonso Serrano, y el ministro de Transformación Digital, Óscar López, quien se perfila como el próximo candidato del PSOE en Madrid tras la dimisión de Juan Lobato.
El foco de la disputa fue el escándalo suscitado por la filtración de datos personales relacionados con el supuesto fraude fiscal del novio de la presidenta madrileña, un caso que actualmente investiga el Tribunal Supremo y que ha llevado a la imputación, por primera vez, del fiscal general del Estado. La tensión escaló cuando el secretario general del PP de Madrid acusó directamente a López de ocultarse detrás de su jefa de gabinete para filtrar información comprometedora, intentando utilizarla en contra de Ayuso en la Asamblea.
López respondió a las acusaciones categóricamente con un «no», desviando la atención a la citación del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, como testigo en el caso. Este cruce de declaraciones puso de manifiesto la creciente animosidad entre ambos, anticipando una batalla política en Madrid cargada de recriminaciones personales y acusaciones mutuas de corrupción.
La sesión evidenció una profunda crispación no solo en el Senado sino también en la Asamblea de Madrid, exacerbada por el conficto entre Ayuso y Moncloa por la situación judicial de su pareja. Este enfrentamiento llegó a niveles personales muy marcados, con López acusando a los populares de difundir falsedades y utilizar tácticas de descrédito, mientras que Serrano reprochaba al ministro socialista por supuestamente sacrificar a los miembros de su equipo para protegerse.
Esta tensa interacción entre Alfonso Serrano y Óscar López destaca la creciente polarización y el enfrentamiento directo entre los partidos mayoritarios en España, presagiando un periodo electoral en la Comunidad de Madrid marcado por el antagonismo y la confrontación.