Endesa ha iniciado los trabajos para ampliar las infraestructuras eléctricas del Puerto de Barcelona con el fin de satisfacer las necesidades energéticas que requiere y que incluyen las operaciones de la 37.ª edición de la Copa América de Vela, que tendrá lugar en la capital catalana a partir de agosto de 2024. Sin embargo, parte de los entrenamientos de la competición comenzarán a partir de esta primavera, motivo por el cual algunas de las obras ya deberán estar terminadas para esas fechas.
El acuerdo suscrito con la Autoridad Portuaria de Barcelona, que asume la inversión (600.000 euros), estipula que la Compañía reforzará la red en diferentes bases del recinto, donde se ubicarán los puntos estratégicos para el evento, como la zona para las televisiones, la zona de bienvenida, el Village o los equipos de competición. Las distintas áreas se han dividido entre aquellas que son prioritarias (es decir, cuya ejecución debería estar finalizada durante los próximos meses de marzo-abril) y las que no lo son (que deberían terminarse durante el tercer cuatrimestre de este año).
Así, Endesa desplegará en todo el conjunto del puerto casi 300 metros de nuevas acometidas de baja tensión con el fin de poder alimentar los nuevos cuadros eléctricos que deben montarse. También instalará nuevos transformadores, cerrará anillos eléctricos y teledirigirá un centro de transformación, además de sustituir las celdas interiores en otros. Todo ello permitirá reforzar la red existente, mejorarla tecnológicamente, ampliarla en puntos estratégicos y aumentar la potencia instalada en el puerto en 3.900 kW.
Los anillos eléctricos enlazarán dos (o más) centros de transformación que hasta ahora estaban aislados. Así, hacen posible que, en caso de incidencia o de indisposición de una de las líneas principales, se pueda dar servicio a los clientes afectados por vías alternativas (de forma que la potencia y los clientes se recuperen más rápidamente). Esto no solo repercute en una reducción del tiempo de reposición, sino en el hecho de que, en casos de trabajos programados o mantenimiento de la red, no será necesaria ninguna interrupción del suministro.
La reforma tecnológica de los centros de transformación pasa por sustituir sus antiguas celdas por otras nuevas que incorporen elementos de maniobra encapsulados en un gas de características especialmente aislantes. Esta nueva tecnología reduce la necesidad de mantenimiento, ya que se autorregenera, a diferencia del aceite, que sufre una descomposición gradual. La aparamenta, completamente estanca, tiene una mayor capacidad de extinción en caso de que se produzca algún incidente y es más resiliente y segura para el personal técnico cuando debe acceder a la instalación para realizar trabajos de mantenimiento y mejora o para hacer alguna maniobra. Igualmente, se dará un paso más en la digitalización de las infraestructuras, ya que se teledirigirá una de las unidades. Es decir, se la dotará de sistemas de control remoto que permiten realizar maniobras de operación a distancia. Así, desde el Centro de Control que Endesa tiene en Barcelona se pueden accionar a distancia los dispositivos de la instalación sin tener que desplazar equipos sobre el terreno en caso de incidencias, ya sean propias o derivadas de la acción de agentes externos. El Centro de Control recibe información que permite detectar y aislar los defectos que puedan producirse en la red mediante los elementos de detección de paso de defecto. De esta forma se ahorra tiempo en la localización de averías, con la consiguiente reducción de hasta un 20 % del tiempo de interrupción del suministro eléctrico a los clientes que se alimentan de estas instalaciones en caso de incidencias.