En la calle Marcelo Usera número 66, un vecino estaba sufriendo debido a la peluquería Pelo Indio que estaba ubicada debajo de su apartamento. El local estaba equipado con cuatro puestos de peinado, dos puestos de secado y un equipo de música Pioneer que la propietaria venezolana usaba para poner música bailarina a toda hora. Por lo tanto, cada vez que los trabajadores utilizaban los puestos de secado, el ruido era tan fuerte que hacía temblar el suelo. El vecino puso una denuncia en la Oficina de Atención al Ciudadano en la Comisaría Integral del Distrito de Usera. La Policía Municipal investigó el caso y visitó el lugar el 28 de febrero.
Cuando la Policía Municipal visitó la peluquería, lo que encontraron se parecía más a una fiesta que a un local de negocios. La música estaba tan alta que el ruido excedía los decibeles permitidos, e incluso los agentes de policía tardaron unos momentos en entrar debido a la locura que estaba ocurriendo dentro.
El propietario de Pelo Indio, cuyas iniciales son J.V., fue multado con un total de 1.500 Euros por la música excesivamente alta y por no tener el equipo de música registrado. Pero esto no fue todo, ya que J.V. también fue multado por mantener su peluquería abierta sin permiso y por la falta de licencia. Además, la policía descubrió que una de las trabajadoras del establecimiento estaba sin permiso de trabajo, y tenía antecedentes penales por tráfico de drogas.
La propietaria venezolana, cuyas iniciales son M.G., no estaba presente durante la redada policial. Mientras tanto, los empleados del establecimiento estaban asustados y cerraron la puerta de la peluquería para que no pudieran entrar más oficiales de policía.
Desde entonces, la peluquería permanece cerrada y los vecinos del edificio finalmente pueden disfrutar de la paz que merecen. Sin embargo, el vecino que puso la denuncia todavía se siente molesto por lo que tuvo que pasar, después de tener que soportar el ruido durante tanto tiempo sin saber qué hacer al respecto.
En general, la historia de la peluquería Pelo Indio es una lección sobre cómo el ruido excesivo y el comportamiento inapropiado pueden resultar en multas serias y cerrar un establecimiento. Afortunadamente, en este caso, la Policía Municipal logró solucionar el problema y hacer que se hiciera justicia.
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