Las elecciones pueden tener un efecto oxigenante y refrescante en el gobierno local y regional, ya que significa la renovación de todo el poder y los partidos están evitando tomar demasiados riesgos. Una limpieza de factores distorsionantes, como la ley del solo sí es sí, es necesaria antes de las elecciones. También hay una importante discrepancia dentro del Gobierno de coalición, lo que lleva a cada formación política a intentar diferenciarse de sus adversarios. Disentir en torno a la reforma de la ley del solo sí es sí les permite tomar distancia entre sí.
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