El Partido Popular ha tomado un posicionamiento muy crítico en cuanto a la situación económica actual del Gobierno, específicamente en dos temas. El primero de ellos es la reforma de las pensiones impulsada por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que según el PP no solo pone en duda la sostenibilidad del sistema, sino que también afectará de forma muy negativa a la creación de empleo. Esta reforma ha sido fuertemente rechazada por el partido conservador y se verá reflejado en la próxima votación sobre la reforma.
El segundo tema en el que el PP se muestra en profundo desacuerdo es la prórroga de la excepción ibérica lograda por la vicepresidenta Teresa Ribera para evitar la subida del precio de la electricidad debido a los precios del gas. Aunque el PP se abstuvo en el decreto que contenía esta propuesta el pasado verano, ahora la postura será un no, pues considera que España está subvencionando la energía a Francia y Portugal. Según el partido, el objetivo del Gobierno es propagandístico en año electoral.
La situación es tensa dado que ambos temas son clave para la economía en este momento, y el PP ha dejado claro que se opone vehementemente a ellos. Todo esto sucede a dos meses de las elecciones autonómicas y municipales, por lo que el ambiente político está convulsionado.
El punto de inflexión parece haber sido la reforma de las pensiones, que ha sido muy criticada por el PP y por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Este ha sido el primero en denunciar la falta de información sobre el modelo de Escrivá, del cual aseguran solo haber recibido tres hojas de Excel que no son suficientes para entenderlo en profundidad.
En este contexto, Feijóo tuvo la oportunidad de compartir una cena con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que se trató a fondo la situación de las pensiones con el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni. Aunque el líder popular ha evitado mostrar discrepancias públicas con los dirigentes europeos, algunos cargos del PP dejan entrever dudas sobre si Europa está siendo en este caso demasiado laxa con el Gobierno de Sánchez.
A pesar de que el PP cuenta con que Europa no se opondrá a la propuesta de Escrivá, también descuenta que en 2025 habrá que hacer ajustes. Además, la Autoridad Fiscal ha puesto en entredicho la propuesta del ministro de la Seguridad Social, al estimar que implicará en el medio plazo un agujero de un punto del PIB, es decir, más de 13000 millones de euros. El partido de Feijóo ve una patada hacia adelante lo que plantea el Gobierno, que lo fía todo a haber incorporado una salvaguarda, una especie de mecanismo de ajuste si se produce una desviación en las cuentas. Pero ese examen llegará en 2025 y no antes.
En definitiva, la tensión entre Gobierno y PP en materia económica es palpable, y los dos temas clave en disputa hacen difícil encontrar un punto de acuerdo. A pesar de ello, el discurso crítico del PP no es nuevo, aunque su postura se ha visto reforzada por la opinión emitida por la Autoridad Fiscal. Lo que está claro es que el PP muestra su rechazo a dos cuestiones clave en materia económica, a solo dos meses de las elecciones.
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