El PP profundiza en la disputa fiscal con el PSOE y pone a prueba su política tributaria de cara a las elecciones generales.

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Las próximas elecciones municipales y autonómicas en España se están perfilando como un banco de pruebas para lo que el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quiere llevar a toda España: una serie de rebajas fiscales y la eliminación de ciertos impuestos.

Esta política de reducción de impuestos ha sido uno de los principales puntos de la agenda de Feijóo para las elecciones autonómicas que se celebrarán en Galicia en el mes de julio. En su programa electoral, el Partido Popular ha prometido la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones en la región, así como una reducción del IRPF para aquellos que cobren menos de 18.000 euros al año.

La propuesta ha generado controversia entre los partidos políticos de la oposición, que la consideran una medida de corte neoliberal que puede generar una pérdida importante en la recaudación de la comunidad autónoma. Sin embargo, Feijóo insiste en que la eliminación de este impuesto, que ha sido objeto de muchas críticas por parte de la sociedad gallega, ayudará a la dinamización de la economía y a la creación de empleo.

El presidente gallego ha sostenido que la actual política fiscal de los gobiernos socialistas ha generado una situación de asfixia para los ciudadanos, quienes ven cómo sus impuestos se destinan a pagar una deuda pública creciente y no a mejorar los servicios y las infraestructuras del Estado. Según Feijóo, la solución pasa por una reducción de los impuestos y una mejora en la eficiencia de la gestión pública.

En este sentido, el presidente gallego se ha fijado como objetivo convertir Galicia en una comunidad atractiva para el inversor y para el emprendedor, gracias a la puesta en marcha de medidas que fomenten el crecimiento económico y la creación de empleo.

No obstante, muchos se preguntan si esta política de rebajas fiscales será exportable a otras regiones y, en última instancia, a toda España. La respuesta es incierta, ya que dependerá de la correlación de fuerzas políticas en cada comunidad autónoma y en el conjunto del país.

Lo que sí está claro es que el debate sobre la política fiscal seguirá estando presente en la agenda política en los próximos años, dada la importancia de esta materia para la ciudadanía y para el bienestar económico del país en su conjunto.

En conclusión, las elecciones municipales y autonómicas que se van a celebrar en España en los próximos meses serán un banco de pruebas para lo que Feijóo quiere llevar a toda España: una política de rebajas fiscales y eliminación de impuestos. Una cuestión que será objeto de debate y de controversia, pero que sin duda marcará el futuro de la economía española.

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