El PP arma su ofensiva contra Sánchez por el gasto en Defensa: "O rendición de cuentas, o rendición de la democracia"
La advertencia lanzada por FAES, la fundación que preside José María Aznar, resonó como un presagio en el arranque de la batalla política que se avecina. "Las responsabilidades de todo tipo que se están contrayendo deberán ser puntualmente exigidas y sustanciarse allí donde proceda: en las urnas, en las Cortes o en los tribunales. O rendición de cuentas, o rendición de la democracia", rezaba su último análisis. Una frase que el Partido Popular ha convertido en bandera para frenar el plan de Pedro Sánchez de elevar el gasto militar al 2% del PIB en 2025 sin pasar por el Congreso.
Génova ha pasado al ataque. Con una mayoría absoluta en la Mesa del Senado, los populares han registrado la comparecencia obligatoria de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y de la titular de Defensa, Margarita Robles. El objetivo: exigir explicaciones sobre los 10.400 millones de euros comprometidos por el presidente, financiados mediante una polémica reorientación de fondos europeos Next Generation destinados a ciberseguridad y otros remanentes. Una maniobra que, según el PP, evita deliberadamente el escrutinio parlamentario.
Marlaska, en el punto de mira
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, también está en la diana. Su imagen quedó debilitada tras la decisión de Sánchez de rescindir un contrato armamentístico con Israel para calmar a sus socios de coalición, una medida que el propio presidente le desautorizó públicamente. Marlaska comparecerá en la Comisión de Interior del Congreso, donde la oposición promete ahondar en las contradicciones del Gobierno.
"Queremos saber de dónde saldrá ese dinero y por qué se esquiva a las Cortes", declaró Alicia García, portavoz del PP en el Senado. Los populares tildan el plan de "cacicada antidemocrática", pues consideran que no garantiza un gasto militar "estructural" y sospechan que Bruselas podría rechazar el desvío de partidas comunitarias. Además, advierten de que el 2% del PIB podría quedarse corto: la UE ya baraja elevar el objetivo al 3% tras las reticencias de Donald Trump a proteger Europa.
El Congreso, un "campo de minas" para Sánchez
El PP insiste en que cualquier aumento del gasto en Defensa debe contar con el aval del Congreso, un escenario complicado para Sánchez. Sus aliados —incluido Sumar— se oponen a incrementar la inversión militar, lo que convierte la Cámara Baja en un "campo de minas" para el Ejecutivo. Feijóo ya ha avisado de que recurrirá a todas las vías, incluida la judicial, al considerar que Sánchez viola el artículo 4 de la Ley de Defensa Nacional, que exige someter estos créditos a las Cortes.
Mientras, el Gobierno pospone la presentación de unos Presupuestos Generales hasta 2026, alegando falta de apoyos. Una demora que el PP interpreta como otra muestra de opacidad. "Sin cobertura legal, sin transparencia y sin consenso, Sánchez está dinamitando las reglas del juego", sentenció Feijóo en un reciente desayuno informativo. La rendición de cuentas, prometen, llegará "en las urnas, en los tribunales o en el Senado". La batalla por el 2% acaba de empezar.