La falta de consenso interno en Ciudadanos ha impedido al tripartito renovar los órganos consultivos de la Administración ante las próximas elecciones autonómicas y municipales que tendrán lugar en mayo. La formación naranja ha protagonizado una serie de enfrentamientos internos que han dificultado la toma de decisiones importantes en el ámbito político.
El tripartito, formado por PP, Ciudadanos y Vox, ha fracasado en su intento de renovación de los consejos y órganos consultivos, como el Consejo Económico y Social (CES), el Consejo Consultivo o el Consejo de Seguridad Nuclear. La consecuencia inmediata ha sido la prórroga de mandatos que caducaron en diciembre de 2018.
La responsabilidad de esta situación la ha atribuido el Partido Popular a la división interna de Ciudadanos, que ha dificultado el consenso en la elección de los candidatos que representarán a la formación naranja. El PP ha criticado la actitud de Ciudadanos, a quien ha acusado de poner por encima de los intereses de la ciudadanía los juegos de poder internos.
Desde Ciudadanos, la respuesta ha sido inmediata. Juan Marín, vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos en Andalucía, ha negado las acusaciones del Partido Popular y ha asegurado que su formación está trabajando en la selección de los candidatos para los órganos consultivos.
La brecha interna en Ciudadanos no es algo nuevo. Desde su creación, la formación naranja ha sufrido enfrentamientos entre sus miembros, que se han traducido en reacciones diferentes en temas como la estrategia política o la colaboración con otras formaciones políticas. La inestabilidad interna ha lastrado la imagen del partido y ha impedido que se consolide como actor político sólido.
La situación en la que se encuentra el tripartito pone en evidencia la falta de pulso político de Ciudadanos, que queda en una posición débil ante sus socios de gobierno y ante la ciudadanía en general. La incapacidad de la formación naranja para tomar decisiones importantes en tiempo y forma, lastrada por las luchas internas y la falta de liderazgo, llama a la reflexión en torno al papel que esta formación puede desempeñar en la política nacional a medio y largo plazo.
En definitiva, la división interna de Ciudadanos ha impedido al tripartito renovar los órganos consultivos y tomar decisiones importantes para la ciudadanía. La situación evidencia la debilidad del partido y de sus líderes, que deben reflexionar en torno a su papel en el escenario político nacional. La lucha interna, las estrategias contrapuestas y las tensiones internas no son buenas consejeras para una formación que aspiraba a ser alternativa de gobierno y que hoy se encuentra en una situación incierta.
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