El desenlace de una disputa legal que se extendió durante años, finalmente da claridad a la autoría de «Entre dos aguas», una de las piezas más icónicas de Paco de Lucía, tras una sentencia emitida por la Audiencia Provincial de Madrid. Este juicio no solo se trataba de establecer derechos económicos sino de reivindicar la verdadera autoría de una obra que consolidó el prestigio de Paco de Lucía a nivel mundial.
El litigio se centró en la disputa con José Torregrosa, quien había registrado bajo su nombre un 50% de los derechos de la obra en la Sociedad General de Autores y Editores, atribuyéndose así una coautoría que la familia de Paco de Lucía siempre había cuestionado. La batalla legal comenzó a decantarse a favor de la familia del guitarrista cuando, de manera fortuita, dos días antes del juicio, se encontró una cinta de video en la que Paco de Lucía explicaba la verdadera génesis de «Entre dos aguas» y desmentía cualquier acuerdo de coautoría con Torregrosa.
Este video, grabado en noviembre de 2011, se convirtió en una pieza clave del proceso legal, proporcionando un testimonio directo de Paco de Lucía sobre la autoría de la obra. En la grabación, el guitarrista se lamenta de cómo, tras improvisar la pieza en 1973 para completar un disco, descubrió cuarenta años después que había sido víctima de un fraude por parte de Torregrosa y la Sociedad de Autores, la cual le había estado privando de significativas ganancias económicas y de reconocimiento por su trabajo.
La sentencia reflejó no solamente el aspecto económico del conflicto sino también el daño moral infligido a Paco de Lucía. La justicia reconoce al guitarrista como el único autor de «Entre dos aguas» y de otras 36 composiciones, destacando la condición de músico autodidacta de Paco de Lucía y señalando la actuación de Torregrosa quien, limitándose a transcribir las obras, alteró los porcentajes de autoría en su favor.
Este fallo representa una vindicación post mortem para Paco de Lucía, quien falleció en 2014 sin haber visto resuelta esta disputa. Los testimonios de quienes conocieron al artista señalan que, más allá de las cuestiones económicas, a Paco de Lucía le afectaba profundamente el reconocimiento de su obra y su honor como músico. La sentencia es un reconocimiento a su legado y a su indiscutible aporte al flamenco, restableciendo su figura como un innovador y maestro indiscutible de la guitarra.
El caso de Paco de Lucía resalta la importancia de salvaguardar la memoria y obra de los artistas, protegiendo su legado de posibles apropiaciones indebidas. A través de esta decisión judicial, se reafirma el valor inestimable de «Entre dos aguas» como creación exclusiva de Paco de Lucía, perpetuando así su memoria como uno de los guitarristas más influyentes en la historia del flamenco.