En una decisión que ha generado debate entre los ciudadanos, el Ministerio de Educación ha adjudicado un contrato por un valor inicial superior a los 200.000 euros para la gestión de sus redes sociales y la cuenta en X, anteriormente conocida como Twitter, de la ministra Pilar Alegría. Según los detalles del contrato, este tendrá una duración de dos años, con un costo que podría ascender a casi medio millón de euros, 456.248 euros, de optarse por una prórroga de tres años.
La justificación detrás de esta externalización se centra en el incremento del volumen de trabajo en el ámbito digital, que ha llevado al equipo de Alegría a buscar apoyo externo. Mientras que los servicios de comunicación de los ministerios suelen encargarse de estas tareas, la ampliación en el uso de plataformas digitales y la diversidad en los lenguajes de comunicación han llevado al Ministerio de Educación a considerar necesaria la contratación de una empresa especializada.
La empresa encargada de gestionar estos perfiles se ocupará no solo de las cuentas del ministerio en plataformas como Facebook, Instagram, Linkedin, TikTok, y YouTube, sino también del perfil de Pilar Alegría en X y de las cuentas de otros altos cargos del Ministerio de Educación. Esta medida busca mejorar la imagen institucional y asegurar una comunicación efectiva y dinámica con la ciudadanía, facilitando así la difusión de políticas públicas y mejorando la interacción y participación ciudadana.
El Ministerio explica que la ampliación de sus perfiles en redes sociales ha aumentado significativamente el volumen de trabajo, y con esta inversión en community managers se busca no solo unificar la comunicación en múltiples plataformas sino también optimizar la evaluación continua de los resultados. Esta estrategia está diseñada para garantizar una presencia profesional y coherente en las redes sociales, contribuyendo así al fortalecimiento de la imagen del Ministerio.
La práctica de externalizar los servicios de gestión de redes sociales no está limitada al Ministerio de Educación y se está convirtiendo en algo habitual dentro del Gobierno de Sánchez. Este enfoque en la comunicación digital ya ha visto inversiones significativas en otros departamentos gubernamentales. Por ejemplo, el Ministerio de Félix Bolaños destinó más de 650.000 euros solamente en la creación de contenidos para redes sociales durante la Presidencia española de la Unión Europea. Además, el Defensor del Pueblo y el Ministerio de Exteriores han seguido pasos similares, contratando servicios externos para la gestión de sus perfiles en diversas plataformas de redes sociales, lo que destaca la creciente importancia dada a la comunicación digital en la administración pública.