Esta mañana, los líderes y portavoces de las ocho organizaciones que conforman el Foro de Atención Primaria han comparecido en una conferencia de prensa en la sede de la Organización Médica Colegial en Madrid. Bajo el lema «La Atención Primaria, contigo desde el primer día», el objetivo ha sido destacar el papel crucial del pediatra de Atención Primaria como el principal garante de la salud integral de los niños y niñas, acompañándoles hasta que llegan a la edad adulta, momento en que el médico de familia toma el relevo. El Foro ha insistido en la necesidad de un cambio de modelo que asegure la viabilidad del primer nivel asistencial.
Al acto acudieron los portavoces de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes y Foro Español de Pacientes, representantes de consejerías de Sanidad, representantes de la Conferencia Nacional de Decanos y representantes del Colegio Oficial de Fisioterapeutas, mostrando su apoyo al posicionamiento del Foro de Médicos de Atención Primaria.
En palabras de Concepción Sánchez Pina, presidenta de AEPAP, “el hecho de contar con pediatras en centros de salud asegura que los menores tengan el seguimiento adecuado por el profesional mejor preparado, y esto es un derecho. Pero este modelo está en riesgo porque faltan pediatras de AP en todas las CCAA. En 2011 había un 16 % de pediatras con más de 1.250 pacientes asignados. Ese porcentaje llegaba hasta el 38 % en 2021: casi cuatro de cada diez pediatras de AP tiene este cupo, que no debería superar los 1.000”.
Para María Valderrama López, presidenta de CEEM, “la Atención Primaria es el pilar vertebrador de nuestro sistema sanitario, y como tal también debe serlo de nuestro grado. Desde el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina defendemos la presencia de la AP desde el inicio de los estudios, de forma obligatoria, e incluyendo la Pediatría y la Medicina Rural. La situación actual, sin embargo, es otra, con una Primaria invisibilizada y una falta de docentes especialistas. Desde el CEEM apostamos por una reflexión y una apuesta contundente por darle el lugar que merece”.
Por su parte, Ana Giménez Vázquez, secretaria técnica de Atención Primaria de CESM, considera que el acto médico no es sustituible por los actos profesionales de otras categorías y que, por ello, se debe valorar y proteger en su justa medida y conseguir unas condiciones laborales que retengan para la sanidad española el conocimiento adquirido por los facultativos de Medicina de Familia y Pediatría a lo largo de más de dos lustros de formación. Insiste, además, en “la equidad en el acceso a la Atención Primaria para todos los ciudadanos y ello necesariamente debe ir de la mano de una equidad en las condiciones laborales y retributivas de los profesionales, responsables de su provisión en todo el territorio”.
El representante nacional de Atención Primaria Rural de la OMC, Hermenegildo Marcos Carreras, ha insistido en que los primeros años de vida son los más importantes en materia de salud y, por ello, “es imprescindible contar con una Pediatría fuerte y con los medios adecuados, seguida de un relevo coordinado y en las mejores condiciones a la Medicina de Familia, que será la encargada de cuidar a la persona el resto de su vida. De esta manera, se generará un beneficio indudable para el paciente, todo su entorno y el conjunto de la sociedad en términos de salud y sociosanitarios”.
Tiempo y recursos: las herramientas más valiosas pero las más escasas
Uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la Atención Primaria es, como bien dice el presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Antonio Fernández-Pro Ledesma, la escasez de “la principal herramienta con la que debe contar el profesional médico: tiempo para atender a los pacientes. Es paradójico que éste sea el principal déficit que sufrimos. Sin tiempo es imposible prestar una atención longitudinal y dedicarnos a las enfermedades de nuestros pacientes. La burocracia y tareas administrativas de todo tipo consumen gran parte de las consultas. No es cuestión solo de más presupuesto y recursos, sino también de organización y desburocratización para poder dedicar a nuestros pacientes los minutos que necesitan”.
A este gran hándicap se la añade la pérdida progresiva de plantilla y profesionales cualificados, tal como declara José Polo García, presidente de SEMERGEN: “El problema que tenemos en Atención Primaria sobre los Recursos Humanos se agravará por la jubilación masiva en los próximos años de un porcentaje elevado de médicos, se calcula que un 30 % – 32 % de los médicos tenemos más de 60 años y vamos a jubilarnos. La sustitución de estos profesionales debe hacerse manteniendo los estándares de calidad y la formación MIR para todos los especialistas, no puede subsanarse contratando médicos extracomunitarios sin homologación, ya que disminuirá la calidad asistencial y además puede generar problemas”.
Para Remedios Martín Álvarez, presidenta de SEMFYC, “hablar de Atención Primaria es sinónimo de trabajo en equipo, un equipo en el que cada uno tiene unas funciones específicas, pero relacionadas con las de los demás. Tanto el médico de familia como el pediatra de Atención Primaria aportan una formación de alta capacitación técnica que no debe verse supeditada a la escasez de tiempo o realización de tareas que no aporten ningún valor clínico”.
Retribución digna, reducción de consultas y reconocimiento del trabajo
Cristóbal Coronel Rodríguez, presidente de SEPEAP, insiste desde el Foro de Médicos de AP en “demandar las tres R en las condiciones laborales de los pediatras de Atención Primaria y los médicos de familia: las retribuciones dignas, acordes a la responsabilidad y formación que nuestro trabajo exige, la reducción real del número de consultas diarias y por último, pero no menos importante, el reconocimiento de nuestro trabajo”. Desde la SEPEAP se exigen soluciones definitivas, no medidas provisionales, a fin de conseguir que cada profesional pueda desarrollar su trabajo con eficacia, lo que revertirá en una mayor satisfacción personal y en una mejora en la calidad asistencial para el paciente.