El seleccionador español, Luis Enrique, llegó al equipo con una serie de directrices claras e innovadoras para sacar al combinado nacional de su mala racha y llevarlo de nuevo a la cima del fútbol mundial.
Entre las medidas más destacadas de Luis Enrique, se encuentra su apuesta por un juego más agresivo, que se base en la presión constante del adversario y en aprovechar las oportunidades de robo de balón para lanzar rápidos contraataques.
También, el técnico asturiano ha dejado claro que la selección española debe abandonar su estilo posesivo y pausado, para apostar por un juego más dinámico, ágil y ofensivo, que genere más ocasiones de gol y que permita a los jugadores explotar todo su potencial.
Otra de las pautas marcadas por Luis Enrique en su llegada a la absoluta es la necesidad de renovar la plantilla, dar entrada a nuevas generaciones de futbolistas y apostar por la frescura, la juventud y el talento que hay en la cantera española.
El técnico ha sido claro al respecto: «No hay que hablar de generaciones, sino de jugadores». Y es que, para Luis Enrique, lo importante es la calidad individual de cada jugador, su madurez y su capacidad para adaptarse al juego que él quiere implantar en el equipo.
Una de las medidas más polémicas de Luis Enrique ha sido su decisión de prescindir de algunos jugadores emblemáticos de la selección, como Gerard Piqué o Andrés Iniesta, y de apostar por jóvenes promesas como Sergio Reguilón o Fabián Ruiz, que han demostrado tener un gran potencial y que pueden aportar aire fresco al combinado nacional.
En este sentido, Luis Enrique ha dejado claro que la selección no es un equipo cerrado, sino que siempre está abierta a nuevos talentos y a jugadores que destaquen en sus respectivos clubs.
Pese a las críticas recibidas por algunos sectores de la prensa y de la afición, lo cierto es que Luis Enrique ha sabido mantenerse fiel a sus principios y a su estilo de juego desde su llegada a la selección.
Con él al frente, la selección española ha logrado volver a ser protagonista en las competiciones internacionales, volver a competir con los grandes equipos europeos y sentar las bases para un futuro prometedor.
En definitiva, Luis Enrique es un técnico innovador, que apuesta por un fútbol más dinámico, más ofensivo y más valiente, que rompe con los estereotipos y que busca siempre lo mejor para su equipo.
Con él al frente, la selección española se encuentra en buenas manos y se augura un futuro muy prometedor para el combinado nacional.
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