Las negociaciones para reformar la ley de Extranjería y abordar la crisis migratoria en España se encuentran en un punto muerto, con el Partido Popular (PP) afirmando que no existen condiciones para un acuerdo. En una reciente reunión a tres bandas, que incluyó al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, el PP se mantuvo firme en sus demandas, sin mostrar inclinaciones a ceder sus votos al Ejecutivo para avanzar en la materia.
La postura del PP, liderada por su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, y la vicesecretaria Ana Alós, se basa en un documento firmado por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo. Este incluye medidas como la declaración de una emergencia nacional para facilitar recursos a las comunidades autónomas y aumentar el control policial en fronteras, así como solicitudes al Gobierno español para coordinarse con la Unión Europea en el despliegue de Frontex y promover un mecanismo de reparto de menores entre países miembros.
A pesar de la asistencia del PP a la mesa de diálogo, motivada por no dejar solo al gobierno de Canarias, las expectativas de un avance son bajas. La falta de movimientos significativos por parte del Gobierno español, junto con una carta remitida por Torres a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, considerada «insuficiente» por Génova, no contribuyen a un escenario optimista. Además, la relación entre el PP y Torres se ve afectada por acusaciones de corrupción, complicando aún más cualquier posibilidad de llegada a un acuerdo pronto.
La situación migratoria, especialmente crítica en Canarias, Ceuta y Melilla, demanda una urgente atención. Canarias ha experimentado un récord anual de llegadas migrantes, superando los 41.000 antes de finalizar el año. Aunque el PP mantiene su disposición a dialogar por las necesidades urgentes de estas regiones y la atención a menores, el contexto actual de acusaciones y la reticencia a conceder sin recibir a cambio lo demandado, dificulta cualquier avance.
Este estancamiento en las negociaciones pone de manifiesto la complejidad del debate migratorio en España, atrapado entre la urgencia humanitaria y las dinámicas políticas entre el Gobierno y la oposición. Con la Conferencia de Presidentes a la vuelta de la esquina y la crisis migratoria en su agenda, todos los ojos estarán puestos en posibles cambios de postura que puedan desbloquear este crucial asunto.