Ibiza, conocida mundialmente por su vibrante vida nocturna y hermosas playas, alberga también rincones llenos de magia y tradición que cuentan historias de generaciones pasadas. En esta ocasión, nos adentramos en dos joyas de la isla: un sitio reconocido como Patrimonio de la Humanidad y un misterioso islote, además de explorar la innovadora conexión aérea entre Palma e Ibiza a través de vuelos de prueba con hidroaviones.
Adentrándose en el corazón de San Carlos, uno encuentra el Bar Anita, también conocido como Ca n’Anneta, cuya historia se entrelaza con la de Ibiza misma. Este bar ha recibido un solete en la Guía Repsol, una distinción que subraya su importancia en la cultura local ibicenca. Originalmente una tienda de ultramarinos, el establecimiento se transformó gradualmente en el bar y restaurante que conocemos hoy, siendo un epicentro para la comunidad local, turistas y, especialmente, los hippies de los años sesenta que buscaban refugio y una nueva vida lejos de los conflictos de su tiempo.
Pero no solo su hospitalidad lo hace destacar, el Bar Anita es renombrado por su licor de hierbas, una tradición artesanal ibicenca que ha trascendido generaciones. Este digestivo, elaborado con hierbas locales maceradas, encarna la esencia de la gastronomía y tradiciones de la isla, disponibles tanto para degustar in situ como para llevar en botella.
La oferta culinaria del bar mantiene su esencia histórica con una propuesta sencilla y asequible, ofreciendo desde pizzas hasta carnes y pescados frescos, garantizando una experiencia auténtica para el comensal. Además, su peculiar sistema de buzones de madera, usado inicialmente por los vecinos y posteriormente por los hippies para recibir correspondencia del extranjero, añade un toque de singularidad y encanto a este establecimiento.
Fuera del entorno gastronómico, la isla está viviendo un momento aeronáutico histórico con la introducción de vuelos de prueba que conectan Palma e Ibiza mediante hidroaviones. Esta iniciativa, a cargo de una nueva compañía aérea, representa una novedad en el cielo ibicenco, demostrando un interesante avance hacia opciones de transporte innovadoras y posiblemente más sostenibles entre las islas Baleares.
El patrimonio y la innovación van de la mano en Ibiza, desde sus bares con historias que contar, hasta sus nuevas propuestas de conectividad aérea. La isla continúa ofreciendo un abanico de experiencias que van más allá de sus famosas fiestas, presentándose como un destino donde la historia, la cultura y el desarrollo sostenible se entrelazan para crear una experiencia única para locales y visitantes por igual.
