En un operativo conjunto llevado a cabo por las comandancias de Valencia y Granada, la Guardia Civil ha desarticulado una red dedicada al robo de vehículos que habían sido severamente dañados debido a las devastadoras inundaciones provocadas por la dana en la comunidad valenciana. La operación, bautizada ‘Dark Soul’, ha puesto el foco sobre tres individuos investigados por delitos de robo de vehículos, receptación y falsedad documental, poniendo de manifiesto una sofisticada trama delictiva que operaba entre dos provincias.
La investigación se puso en marcha tras la denuncia de un afectado cuyo vehículo desapareció misteriosamente de un área designada para almacenar coches afectados por las inundaciones en Ribarroja de Turia, Valencia. Dicho vehículo fue localizado en un desguace de Granada, puesto en venta por piezas a través de la página web de este, a un precio total de 35,000 euros, sin el consentimiento ni conocimiento de su legítimo dueño, que no había autorizado la baja definitiva del coche.
Al profundizar en la investigación, los guardias civiles descubrieron un lote de vehículos en el mismo desguace, todos procedentes de las áreas afectadas por la dana. Se identificó que estos coches habían sido transportados por una empresa de grúas granadina que colaboraba con el desguace en cuestión, especializada en el traslado de vehículos dañados a Centros Autorizados de Tratamiento. De estos, al menos doce estaban reportados como robados por sus propietarios.
En total, se realizaron siete inspecciones en diversas naves ubicadas en el municipio granadino de Dólar, destapando un hallazgo de 107 vehículos que, a simple vista, parecían originarios de la catástrofe en Valencia. El escrutinio de estos automóviles continua, en un esfuerzo por determinar con exactitud su procedencia y las circunstancias de su depósito fuera de un entorno autorizado para su desguace o reparación.
La operación ‘Dark Soul’ refleja la complejidad de las redes delictivas dedicadas al robo y despiece de vehículos, así como la colaboración interprovincial entre cuerpos de seguridad para su desmantelamiento. Las diligencias del caso han sido ya entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 8 de Llíria, Valencia, donde se espera avance el proceso judicial contra los implicados. Este caso subraya no solo la importancia de la cooperación entre cuerpos policiales de distintas regiones, sino también el ingenio criminal para explotar desastres naturales en beneficio propio, dejando en vulnerabilidad a las víctimas de tales eventos.
