La Rioja Alavesa se transforma en una verdadera fiesta para los sentidos durante la temporada de vendimia, ofreciendo una amplia gama de actividades y experiencias para los amantes del vino. A medida que los viñedos se cubren de tonalidades rojizas y doradas, esta región se consolida como un destino predilecto para quienes buscan sumergirse en el mundo de la vinicultura y sus tradiciones.
Este otoño, la invitación es clara: explorar las mejores bodegas de La Rioja Alavesa, auténticos templos del vino que destacan tanto por la calidad de sus caldos como por su arquitectura asombrosa. Desde las viejas barricas de Marqués de Riscal hasta las líneas futuristas de Ysios, la ruta del vino se convierte en un recorrido por la historia, el diseño y, por supuesto, el sabor.
Entre los iconos de la región, no hay duda de que Marqués de Riscal encabeza la lista. Su hotel diseñado por Frank Gehry es más que un hospedaje; es una experiencia que fusiona el arte, la gastronomía y la cultura del vino, ofreciendo vistas sin par de la Sierra de Cantabria y un viaje por sus calados centenarios.
No muy lejos, Baigorri seduce a sus visitantes con una propuesta de vinificación por gravedad, complementada por su restaurante donde la tradición culinaria riojana se encuentra con la innovación. Amaren, fundado por Luis Cañas, destaca por su compromiso con la excelencia y el respeto a la tierra, siendo un imperdible para cualquier enoturista.
La vendimia es también una oportunidad para descubrir joyas como Viña Real, que une tradición y vanguardia bajo un mismo techo, y Ysios, cuyo impresionante edificio obra de Santiago Calatrava ofrece panoramas inolvidables de Laguardia y catas que deleitan incluso a los paladares más exigentes.
Para aquellos que buscan una experiencia enoturística fuera de lo común, Valdelana propone un enoturismo astronómico, uniendo el vino con las estrellas en una noche mágica. Torre de Oña y Valdemar resaltan por su enfoque en vinos de pago y su accesibilidad, respectivamente, garantizando que cada visita sea única y memorable.
A esto se suma la creciente popularidad de alternativas como Casa Primicia y Eguren Ugarte, que ofrecen un vistazo a la historia vitivinícola de la región a través de visitas a sus impresionantes bodegas subterráneas y calados históricos.
La Rioja Alavesa no solo es un destino para degustar vinos excepcionales, sino también para vivir experiencias que conectan el vino con la cultura, la historia y la arquitectura. Este otoño, la región invita a todos los aficionados al vino, desde los más novatos hasta los conocedores, a descubrir los secretos que se esconden en cada copa, cada bodega y cada viñedo.
Y mientras La Rioja brilla con su oferta enoturística, un reciente artículo de The Times nos recuerda que España es un país rico en cultura gastronómica, señalando a una ciudad, distinta a Bilbao y Granada, como la mejor para disfrutar de tapas. Una revelación que, sin duda, invitará a los viajeros a explorar más allá de los viñedos, buscando los sabores que hacen única a cada rincón de España.
