Apenas veinticuatro horas después de un acuerdo mutuo entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP) para calmar las aguas en el debate político, mostrando un frente unido para ayudar a las víctimas de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), la paz parece haberse roto. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desatado una nueva tormenta en el panorama político al ligar directamente las ayudas para la reconstrucción en Valencia con la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado, a tan solo una semana del desastre natural.
La respuesta del PP no se ha hecho esperar. Desde Génova, se ha tachado la maniobra de Sánchez de «chantaje», cerrando completamente la puerta a la posibilidad de aprobar los presupuestos propuestos por el gobierno. «Lo importante es que los valencianos puedan recuperar sus vidas, no los intereses políticos de Sánchez», han argumentado desde la dirección nacional del PP.
Esta confrontación se produce en un momento delicado, cuando ambos partidos habían mostrado su disposición a cooperar para impulsar medidas urgentes en favor de las víctimas de la DANA, una calamidad que ha dejado más de doscientos fallecidos y devastado amplias zonas de Valencia. Se había asumido el apoyo del PP al primer decreto ley del Ejecutivo, que destinaba 10.600 millones de euros a la causa. Sin embargo, Génova aclara que este respaldo no se extenderá a la aprobación de los presupuestos, dificultando así la gestión del presidente y el cierre de la legislatura.
El PP ha manifestado, mediante un comunicado y sin apariciones en rueda de prensa, su rechazo a «aprobar a Sánchez unos Presupuestos que ni siquiera ha presentado», especialmente bajo lo que consideran un uso de las víctimas para intereses políticos.
En paralelo a este enfrentamiento en el ámbito de la ayuda a Valencia, el PP ha criticado al Gobierno por priorizar, pese a la tragedia, el control sobre RTVE. Se señala la decisión de la Mesa de la Cámara Baja, bajo la presidencia de la socialista Francina Armengol, de mantener ciertas agendas parlamentarias enfocadas en RTVE a pesar de la pausa en otras áreas por respeto a las víctimas de la DANA.
Incluso en medio de este clima de tensión, el PP acusa al PSOE de utilizar la situación de emergencia para ganar terreno político, como en el caso del municipio de Requena, afectado por la DANA, donde se presentó una moción de censura para destituir al gobierno local del PP.
Este retorno a la confrontación política solo subraya la complejidad de navegar las urgencias humanitarias en medio de un ciclo electoral intenso, dejando a un lado, al menos temporalmente, el compromiso bipartidista por «arrimar el hombro» en momentos de crisis.