El pasado mes de junio, la Real Federación Española de Fútbol anunció a Luis Enrique Martínez como nuevo seleccionador nacional tras la destitución de Fernando Hierro tras el fracaso de España en el Mundial de Rusia.
La llegada de Luis Enrique ha supuesto una auténtica revolución en la selección española. El asturiano, que ya había triunfado como entrenador del Barcelona, ha impuesto su propio estilo en el equipo y ha querido imprimir un sello personal a su proyecto.
Para ello, ha apostado por una serie de cambios importantes en la selección, tanto a nivel deportivo como de gestión del grupo. Uno de los primeros cambios fue la elección de Sergio Ramos como nuevo capitán en sustitución de Andrés Iniesta, quien había decidido abandonar la selección tras el Mundial.
Otro de los aspectos en los que Luis Enrique ha querido incidir ha sido en la renovación del equipo, incorporando jugadores jóvenes y frescos que aporten nuevas ideas y energía al grupo. En este sentido, ha llamado a futbolistas como Dani Ceballos, Brais Méndez, Óscar Rodríguez o Pau Torres, entre otros, que están demostrando su valía en el terreno de juego.
Por otro lado, Luis Enrique ha querido reforzar el carácter competitivo de la selección y ha hecho hincapié en la necesidad de mantener un alto nivel de intensidad durante los partidos. Para ello, ha ensalzado la figura del jugador polivalente, capaz de adaptarse a diferentes posiciones en el campo y aportar soluciones en todas las fases del juego.
En definitiva, la llegada de Luis Enrique ha supuesto una auténtica revolución en la selección española. El asturiano ha impuesto su propio estilo y ha querido imprimir un sello personal a su proyecto, apostando por la renovación del equipo y por la figura del jugador polivalente. Todo ello con el objetivo de devolver a España a lo más alto del fútbol mundial.
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