En el número 64 de la calle de la Oca en Carabanchel, se estaba fraguando una tragedia absurda. La presidenta recién elegida de la comunidad de vecinos quería poner en orden una deuda con Iberdrola de alrededor de 10.000 euros, pero Marta Carretero, una joven alquilada de la misma planta, no estaba cumpliendo con su parte. A pesar de que solo debía unos 250 euros en total, Marta solo sabía poner excusas y las rencillas con la presidenta se extendieron por meses. La semana pasada, Marta dijo que iría a hablar con la presidenta, pero nunca llegó.
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