En un evento que marca un preocupante episodio medioambiental para las aguas de Ceuta, la Capitanía Marítima de la ciudad autónoma ha tomado medidas drásticas contra el buque mercante Tony Stark, implicado en un vertido de combustible de aproximadamente una tonelada. Este accidente involucró un proceso de bunkering, que es la carga de combustible de un buque a otro mientras están anclados, el cual tuvo lugar este jueves, convirtiéndose en centro de atención tanto de las autoridades locales como de la Dirección General de la Marina Mercante.
La rápida respuesta no se hizo esperar, con Francisco Sierra, capitán marítimo, activando el Plan Marítimo Nacional en su primera fase, indicando un bajo riesgo de impacto en la costa. La situación permitió una movilización eficaz de Salvamento Marítimo, con la embarcación Salvamar Atria y los recursos aportados por Ecoceuta, una empresa especializada en la gestión de desechos, quienes implementaron barreras de contención alrededor de la popa del buque para mitigar la dispersión del combustible en el agua.
La emergencia se ha manejado mediante la cooperación con la Autoridad Portuaria y el Centro de Coordinación de Salvamento de Tarifa, mostrando un esfuerzo conjunto por parte de todas las entidades involucradas. Además, se ha procedido a realizar una inspección detallada sobre el Tony Stark bajo el marco del PSC MoU, una medida que busca esclarecer las circunstancias que rodearon este incidente y determinar las responsabilidades pertinentes.
Este suceso llega tan solo tres meses después de un episodio trágico para Ceuta, el cual fue catalogado como el mayor vertido de hidrocarburos en la historia de este enclave estratégico. Aquel desastre involucró al buque turco K-Onset, el cual, debido a una fisura en uno de sus tanques, liberó entre 25.000 y 30.000 litros de fueloil al mar. Como consecuencia, la Capitanía Marítima impuso fianzas y medidas cautelares que sumaron cientos de miles de euros, en un esfuerzo por cubrir los costos de limpieza y paliar los daños medioambientales derivados.
El incidente actual no solo reafirma la vulnerabilidad de las aguas de Ceuta frente a las actividades marítimas sino que también destaca la necesidad de mecanismos de fiscalización y respuesta más efectivos. La Capitanía Marítima de Ceuta ya ha adelantado que impondrá un expediente sancionador contra el buque Tony Stark, exigiendo garantías financieras antes de permitir que reanude su navegación, en un intento por asegurar que estas situaciones no queden impunes y que se tomen las precauciones necesarias para evitar futuros desastres.