Con el reciente embate de las condiciones meteorológicas adversas en España, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha intensificado sus esfuerzos para garantizar la seguridad en las carreteras. Las Depresiones Aisladas en Niveles Altos (DANA) y las lluvias torrenciales han vuelto a colocar al país en una situación de alerta, no solo por las posibles inundaciones y el caos resultante, sino por el riesgo significativo que estas condiciones representan para quienes deben desplazarse por carretera.
Desde la DGT se ha compartido una serie de recomendaciones vitales dirigidas a conductores para navegar de forma segura estas inclemencias climáticas. Con el asfalto mojado y la visibilidad reducida, las carreteras se transforman en pistas de alto riesgo. Un dato alarmante que la DGT destaca es que la distancia de frenado se incrementa en 32 metros a una velocidad de 90 km/h en pavimento húmedo, ilustrando la importancia crítica de adaptar nuestra conducción bajo la lluvia.
Entre las medidas preventivas esenciales, la DGT hace énfasis en la revisión minuciosa de los neumáticos, la reducción de la velocidad, el aumento de la distancia de seguridad y el uso adecuado de las luces. Los neumáticos juegan un papel fundamental, y mantenerlos en buen estado puede ser determinante para prevenir accidentes. Adaptar la velocidad y mantener una distancia de seguridad mayor son prácticas que permiten reaccionar a tiempo ante cualquier imprevisto.
A lo largo del país, también se han registrado situaciones extremas, como riadas que convierten las vías en ríos imposibles de cruzar. En estos casos, la Guardia Civil aconseja no intentar atravesar zonas inundadas y buscar la asistencia de los servicios de emergencia si se encuentra en peligro.
La lluvia no solo afecta las carreteras sino que también transforma otros elementos en factores de riesgo, como las hojas caídas que, al mojarse, crean una capa resbaladiza equiparable al hielo. Otro consejo útil de la DGT es la utilización adecuada del sistema de aire acondicionado y calefacción dentro del vehículo para evitar que las lunas se empañen y comprometan la visibilidad.
Ante estas condiciones meteorológicas desafiantes, la DGT insta a los conductores a mantener la calma, conducir con suavidad y estar siempre alertas. La seguridad en la carretera no solo depende de las infraestructuras y las condiciones del vehículo, sino también de la actitud y las precauciones que cada conductor tome. En momentos donde la lluvia se hace presente con fuerza, recordar y aplicar estas recomendaciones puede marcar la diferencia entre un viaje seguro y un posible accidente.