Concejal Canario en Protesta Singular: Acampada Junto a la Basura para Desalentar a Vecinos Incívicos

En una movida que desafía los métodos tradicionales de gestión y concienciación ciudadana, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha decidido implementar una estrategia sin precedentes para abordar el persistente problema de la limpieza urbana. Carlos Tarife, concejal de Servicios Públicos y primer teniente de Alcalde de la ciudad, ha decidido tomar el problema literalmente en sus manos, o más bien con su presencia, al comprometerse a sentarse en una silla en 28 puntos críticos del municipio identificados por reiterados vertidos ilegales de residuos.

Esta medida, apodada «la campaña de la silla», surge después de varios intentos infructuosos por mantener las calles limpias a través de la intensificación de la presencia policial y la aplicación de multas, así como la distribución de numerosos comunicados solicitando la colaboración ciudadana. A pesar de estos esfuerzos, el problema persiste, llevando al concejal a adoptar esta inusual táctica con la esperanza de producir un cambio real en la conducta de los ciudadanos.

El análisis realizado por Valoriza, empresa encargada de la recogida de residuos y limpieza del municipio, reveló puntos específicos donde los desechos domésticos se depositan constantemente fuera de los contenedores, incluso en lugares provistos de avisos para corregir esta conducta. Con esta campaña, Tarife tiene la intención de confrontar directamente a los infractores, haciendo uso de la presencia física como un recordatorio tangible de la necesidad de cumplir con las normativas de limpieza y recolección de basuras.

La reacción de los vecinos ante esta medida ha sido mixta. Mientras algunos expresan escepticismo y ven esta acción como una forma de teatralidad que poco contribuirá a resolver el problema subyacente, otros la aplauden como un esfuerzo digno de intentar, especialmente en áreas donde la presencia de la policía y el cumplimiento de las normas de limpieza han sido tradicionalmente insuficientes.

Muchos insisten en que el enfoque debería centrarse más en soluciones estructurales y en la educación ciudadana sobre la importancia de mantener una ciudad limpia, además de la aplicación de multas que afectan directamente el bolsillo de los infractores. Desde el punto de vista del ayuntamiento, la campaña busca también complementar los esfuerzos de concienciación y el establecimiento de récords en la separación y recolección de residuos, como el notable incremento en la recolección de residuos orgánicos gracias a la implementación del contenedor marrón.

Con cifras que evidencian la recolección diaria de más de 220.000 kilos de basura y esfuerzos para aumentar la sostenibilidad del municipio mediante la mejora del reciclaje, la campaña de la silla se suma a un conjunto de estrategias diseñadas para encarar los retos ambientales y de convivencia en Santa Cruz de Tenerife. Resta esperar si la presencia vigilante del concejal Tarife en las calles será el componente que falta para incitar un cambio de actitud en la población o si, por el contrario, se necesitarán medidas adicionales para abordar una problemática tan arraigada.

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