Este martes se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la convocatoria oficial de las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán el próximo 28 de mayo. Una de las principales novedades es que los españoles que residen en el extranjero de forma permanente podrán ejercer su derecho a voto, algo que no ocurría desde la instauración del sistema de voto rogado en el año 2011.
El voto rogado exigía al elector que solicitara toda la documentación electoral previamente al consulado español en el país de residencia para poder ejercer su derecho a voto. Esta norma, sumamente restrictiva, imponía trámites burocráticos que, en muchos casos, dificultaban o hacían imposible el acceso al voto para aquellos ciudadanos que residían fuera de España.
La derogación del sistema de voto rogado es una medida largamente esperada por la ciudadanía y la sociedad civil, que han venido denunciando la vulneración del derecho fundamental a la participación política que este sistema suponía. El voto rogado limitaba el acceso al voto de los españoles en el extranjero, condenándolos a un derecho de segunda categoría que vulneraba la igualdad y la no discriminación.
La derogación del voto rogado, que tuvo lugar el pasado junio de 2022, amplía y facilita el acceso al voto para los españoles que residen fuera de España. La nueva norma permite descargar la papeleta electoral de forma telemática e imprimirla en casa, o la ampliación del plazo para depositar el voto en la oficina consular. Estas medidas, sumamente importantes, facilitan el acceso al voto y garantizan la participación política efectiva de los españoles en el extranjero.
La participación política de los españoles en el extranjero es algo fundamental para la democracia. La globalización y la movilidad internacional han hecho que un número cada vez mayor de ciudadanos resida fuera de España, lo que hace que el derecho al voto de los españoles en el extranjero sea cada vez más importante. La derogación del voto rogado es, en este sentido, una medida fundamental para garantizar los derechos políticos de los ciudadanos españoles, independientemente de donde residan.
En definitiva, la derogación del voto rogado es una medida que garantiza el derecho al voto de los españoles en el extranjero y refuerza la democracia. Esta medida, sumamente importante, supera los obstáculos que imponía el sistema anterior y amplía los mecanismos de acceso al voto. Los españoles en el extranjero podrán ejercer su derecho al voto de forma más sencilla y efectiva, garantizando así su participación política y su igualdad como ciudadanos.
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