En la comunidad autónoma uniprovincial de Murcia, se están debatiendo propuestas que podrían alterar el panorama territorial y sociopolítico actual. Una de estas propuestas sugiere la creación de una nueva provincia con Cartagena como capital. Esta propuesta no es del todo nueva, ya que Cartagena disfrutó brevemente del estatus de provincia entre 1799 y 1805, un reconocimiento a su rica historia e identidad distintivas.
La idea de dividir la Región de Murcia en dos provincias ha surgido como una forma de descentralizar la gestión territorial y, teóricamente, beneficiar no solo a Cartagena sino también a otros municipios de la zona, como La Unión, Torre-Pacheco, Fuente Álamo, Los Alcázares, San Javier, San Pedro del Pinatar, y Mazarrón. Sin embargo, una encuesta reciente realizada por el Laboratorio de Comunicación Política de la Universidad de Murcia y encargada por el Ayuntamiento de Cartagena muestra que esta idea no es prioritaria para los ciudadanos de Cartagena.
Según los resultados de la encuesta, que consultó a 400 cartageneros, la biprovincialidad es el asunto que menos preocupa entre varios proyectos futuristas propuestos, recibiendo una valoración media de 5,7 sobre 10 en cuanto a grado de prioridad. Por el contrario, hay otros temas que sí preocupan considerablemente a los cartageneros, siendo la llegada del AVE (tren de alta velocidad) la cuestión más prioritaria con una valoración de 8,5. Cartagena espera aún la llegada del AVE, mientras la ciudad de Murcia ya cuenta con él, aunque los trabajos para extender la línea hasta Cartagena continúan y podrían culminar en 2032.
Los resultados de la encuesta revelan, asimismo, prioridades significativas tales como la descontaminación de El Hondón y la recuperación del anfiteatro romano. Es más, la lista de prioridades incluye también la construcción de la Ciudad de la Justicia, la integración puerto-ciudad, nuevas excavaciones en el Teatro Romano, la ampliación del puerto, el desarrollo de espacios deportivos exteriores y el proyecto Espacio Algameca.
Este escenario refleja cómo, a pesar de una rivalidad histórica con la ciudad de Murcia, la mayoría de los cartageneros parecen no ver con urgencia el establecimiento de una provincia propia. De llevarse a cabo, la división de la región en dos provincias podría tener implicaciones significativas para el sistema político, posiblemente afectando la representación de partidos políticos más pequeños en elecciones generales y reforzando la tendencia hacia el bipartidismo debido al sistema de circunscripción provincial en España.
Mientras tanto, Murcia se destaca también por otros aspectos más curiosos, como los pueblos con nombres insólitos que reflejan su riqueza cultural y singularidad, así como por la demanda en sectores laborales considerados motores de crecimiento para el futuro próximo de la región. En resumen, aunque los debates sobre la reestructuración territorial continúan, los ciudadanos de Cartagena tienen claras sus prioridades actuales, centradas en proyectos tangibles que prometen mejorar su calidad de vida más inmediatamente.
