En el corazón del Valle del Ambroz, se encuentra el Balneario de Baños de Montemayor, un oasis de bienestar que reúne naturaleza, historia y las propiedades curativas de sus aguas minero-medicinales. A poco más de media hora de Barcelona y menos de una hora de Santander, este enclave se erige como uno de los destinos de termalismo más emblemáticos, no solo de Extremadura sino de toda España, con una rica historia que se extiende por más de dos siglos.
Son precisamente sus aguas, emergentes a una temperatura de 43 °C y veneradas desde tiempos romanos, el eje central sobre el que gira la experiencia de Baños de Montemayor. Con estudios que respaldan sus propiedades terapéuticas, el balneario modernista no solo atrae a quienes buscan tratamientos para afecciones reumatológicas y respiratorias, sino también a aquellos que desean revitalizar cuerpo y mente, sumergiéndose en una atmósfera que combina el legado histórico con la más pura naturaleza extremeña.
Además de ser un remanso de paz para el descanso, el Valle del Ambroz invita a los visitantes a explorar sus paisajes mediante rutas de senderismo, disfrutar de su riqueza cultural y, cómo no, experimentar el bienestar termal que ya disfrutaban los romanos. Baños de Montemayor aprovecha las fuentes de Columna y Arqueta para ofrecer tratamientos que mejoran tanto la salud física como la belleza de la piel, en instalaciones que fusionan tradición e innovación.
El balneario es un punto de referencia en el sector turístico termal de la región, generando un significativo impacto económico con alrededor de 330.000 pernoctaciones anuales y creando empleo para más de 450 personas. En este contexto, el Termalismo se consolida como actividad clave en el turismo de bienestar, promovida a través de iniciativas como el programa del Imserso, que facilita el acceso a estancias subvencionadas en balnearios a lo largo de toda España.
Con una oferta que incluye desde circuitos relajantes hasta opciones de relajación máxima, con precios que oscilan entre los 30,50 y los 38,50 euros, Baños de Montemayor se posiciona como un destino accesible y atractivo para todos los públicos. Así, este spa milenario no solo sirve de refugio para el descanso y el bienestar, sino que también actúa como motor de desarrollo local, atrayendo a visitantes nacionales e internacionales.
El reconocimiento de Baños de Montemayor como uno de los mejores pueblos turísticos por la Organización Mundial del Turismo subraya su importancia no solo a nivel terapéutico y de bienestar sino también como joya cultural y natural de España. Con su legado romano y su adaptación a las necesidades del turista moderno, este balneario es testimonio vivo de cómo el pasado y el presente pueden converger para crear experiencias únicas y enriquecedoras.