Aportar 1.500 € a un plan de pensiones en 2025: la ventaja fiscal que aún puede marcar diferencia

A final de año, muchos contribuyentes vuelven a mirar su declaración de la Renta con la misma idea: si todavía existe alguna forma legal y sencilla de rebajar la factura fiscal del ejercicio. En España, el plan de pensiones individual ya no tiene el protagonismo de hace años, pero conserva una utilidad clara para quien encaje en el perfil: permitir reducir la base imponible (con límites) a cambio de mantener ese ahorro orientado a la jubilación.

La cifra que más se repite en este debate es 1.500 €, porque es el límite general de aportaciones anuales que pueden dar derecho a reducción de la base imponible en el IRPF para planes individuales, según la normativa que recoge la Agencia Tributaria en sus manuales.

No es “que Hacienda te devuelva 1.500 €”: así funciona de verdad

El matiz es importante para un medio generalista: aportar a un plan de pensiones no genera una devolución automática, sino que reduce la base imponible general. Traducido: es como si, a efectos fiscales, ese año hubieras ganado menos, y por tanto pagas menos IRPF.

El ahorro real depende del tipo marginal de cada persona. Por eso, dos contribuyentes que aporten lo mismo pueden notar efectos distintos. Aun sin entrar en cálculos complejos, la lógica es sencilla: cuanto mayor sea el tipo marginal, más “se nota” fiscalmente esa reducción.

La Agencia Tributaria también recuerda el otro límite que suele acompañar al de 1.500 €: en general, la reducción no puede exceder del 30 % de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas.

Por qué el límite de 1.500 € sigue siendo relevante en 2025

En la práctica, para muchas personas el límite actúa como un “techo operativo” anual: quien quiere aprovechar la ventaja fiscal de un plan individual suele plantearse llegar hasta 1.500 € (siempre que tenga sentido en su presupuesto y no necesite esa liquidez a corto plazo).

A partir de ahí, el plan de pensiones deja de ser solo una cuestión fiscal y pasa a ser una cuestión de producto: comisiones, diversificación, estrategia y cómo se gestiona la cartera a lo largo de los años.

El punto que más pesa a largo plazo: comisiones y diversificación

Si el plan es caro o está mal diversificado, el incentivo fiscal puede quedarse corto frente a años de costes altos. Por eso, en los últimos años han ganado visibilidad los enfoques indexados y automatizados, que buscan reducir fricción (y gastos) en la gestión.

En ese terreno, Indexa Capital comercializa carteras de planes de pensiones y EPSV construidas con una combinación de exposición a acciones globales y bonos globales, ajustada al perfil inversor y con rebalanceos cuando la cartera se desvía del objetivo. La propia compañía describe que utiliza instrumentos indexados y que los planes están asesorados por Indexa, gestionados por Caser y depositados en Cecabank.

Costes: lo que publica Indexa (con cifras concretas)

En su documentación de soporte, Indexa detalla una estructura de costes donde destaca:

  • Comisión de gestión (Caser e Indexa): 0,360 % (desde 01/01/2025, con reparto entre ambas entidades).
  • Comisión de depositaría (Cecabank): 0,050 %.
  • Costes de los ETFs (dato 2024) y otros costes operativos.

En la tabla de “costes totales”, Indexa sitúa cifras como 0,490 % (plan individual acciones) o 0,542 % (plan individual bonos), además de valores para EPSV y planes de empleo.

Estas décimas parecen pequeñas, pero en un horizonte de 15–25 años pueden tener un impacto relevante en el resultado final, especialmente si se compara con productos tradicionales con comisiones más elevadas.

La letra pequeña que hay que decir: liquidez y fiscalidad del rescate

Un plan de pensiones tiene un “precio” práctico: no es un producto líquido como una cuenta remunerada o un fondo de inversión. La normativa regula los supuestos de rescate y, en general, está diseñado para jubilación y contingencias previstas.

Además, la fiscalidad del plan funciona como un diferimiento: hoy reduces base imponible con la aportación, pero cuando rescatas, lo que cobras suele tributar como rendimientos del trabajo en la base general del IRPF. Esto es especialmente importante si alguien planea rescatarlo de golpe, porque podría elevar su tipo efectivo.

La parte práctica: contratación online y plazo operativo

Para quien decide hacer la aportación dentro del ejercicio, el detalle operativo importa. Indexa indica en su soporte que las nuevas aportaciones pueden solicitarse hasta el último día hábil del año, a las 17:00, desde el área privada del cliente.

Y, para quien todavía no tenga cuenta, el proceso es 100 % digital: se puede contratar online en Indexa Capital pulsando aquí (el enlace lo añadirá el medio).

Entonces, ¿a quién le conviene más aportar 1.500 €?

En términos generales, suele encajar mejor cuando:

  • La persona tiene un tipo marginal medio/alto y por tanto la reducción de base se traduce en un ahorro fiscal más apreciable.
  • El horizonte es largo y ese ahorro está realmente destinado a jubilación.
  • Se acepta la menor liquidez del producto.
  • Se elige un plan razonable en costes y diversificación, para que el ahorro fiscal no se diluya por comisiones.

Como siempre en finanzas personales, la clave no es “hacerlo porque toca en diciembre”, sino entender si encaja en la situación del contribuyente y cómo piensa rescatarlo el día de mañana.


Preguntas frecuentes

¿El límite de 1.500 € es “lo mínimo” para beneficiarse?
No. Se puede aportar menos y también aplicar reducción; 1.500 € es el límite general máximo que puede dar derecho a reducir base imponible en planes individuales (con el límite adicional del 30 % en general).

¿Qué pasa si aporto más de 1.500 € a un plan individual?
Que, en términos generales, la reducción aplicable no aumentará por encima del límite (salvo supuestos específicos con límites adicionales, como planes de empleo u otros regímenes).

¿Cómo tributa el rescate de un plan de pensiones?
Lo rescatado suele considerarse rendimiento del trabajo y tributa en la base general del IRPF, por lo que rescatar en forma de capital (todo de golpe) puede aumentar el tipo efectivo.

¿Hasta cuándo puedo hacer aportaciones para que cuenten en el ejercicio?
Indexa indica que las aportaciones nuevas pueden pedirse hasta el último día hábil del año, a las 17:00, desde el área privada.

Fuente: Portal Financiero

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