El eurodiputado y activista Alvise Pérez ha vuelto a sacudir el tablero político español tras una entrevista publicada en el canal de YouTube Dollar Talks, donde desgrana sin filtros su visión del país, sus denuncias contra el sistema institucional y mediático, y sus ambiciones de futuro: “Quiero ser presidente del Gobierno en menos de ocho años”, afirmó.
La conversación, de casi dos horas, profundiza en el perfil de un personaje que divide opiniones: para algunos, una amenaza populista; para otros, una voz incómoda pero necesaria. Con un estilo directo, cargado de provocación y referencias a su trayectoria personal, Pérez se reivindica como “el único antisistema auténtico dentro de las instituciones”.
De activista digital a fenómeno político
Alvise Pérez (Sevilla, 1989) saltó a la fama en plena pandemia, denunciando lo que considera una gestión autoritaria y opaca por parte del Gobierno. Desde entonces, ha construido una comunidad en redes sociales que le permitió presentarse a las elecciones europeas de 2024 con el lema “Se acabó la fiesta”, logrando casi un millón de votos sin apenas presencia en medios tradicionales.
En la entrevista, recuerda sus orígenes humildes, su trabajo en Inglaterra tras dejar el instituto y su paso por la política institucional con Ciudadanos. Pero recalca que fue a raíz del confinamiento cuando decidió “dar el paso” para denunciar lo que considera “la mayor estafa democrática de la historia reciente de España”.
Denuncias de corrupción y críticas a todos los partidos
Pérez asegura que el sistema político está podrido “desde las bases”, incluyendo a los partidos que se autoproclaman como regeneradores. Critica duramente a PSOE, PP, Vox y Podemos, a los que acusa de mantener una “partitocracia basada en el reparto de poder, fondos y medios públicos”.
Entre sus propuestas destaca la eliminación de las diputaciones, la fusión de municipios pequeños y un recorte de más de 200.000 millones de euros en gasto público “inútil”. También defiende la liberalización del mercado de la vivienda y una drástica reducción de impuestos como vía para “devolver poder a los ciudadanos”.
“Si llego al poder, no es para perpetuarme, sino para desmontar este chiringuito”, afirma, y asegura que su sueldo como eurodiputado ha sido sorteado o donado íntegramente, algo que “ningún otro político ha hecho”.
Pandemia, vacunas y censura
Uno de los bloques más polémicos de la entrevista lo protagoniza su visión de la pandemia. Pérez defiende que se censuraron voces críticas, denuncia los efectos secundarios de las vacunas y acusa al Estado de haber actuado con “violencia institucional”. Asegura que la censura fue impulsada desde el propio Gobierno, citando declaraciones de ejecutivos de Meta (matriz de Facebook).
“Nos trataron como ganado”, resume. “Y ningún partido ha tenido el valor de pedir explicaciones”.
Migración, seguridad y el relato del “descontrol”
En una línea dura sobre inmigración, Pérez asegura que España ha perdido el control de sus fronteras y acusa al Gobierno de “importar votos” a cambio de subsidios. Propone deportaciones masivas de inmigrantes en situación irregular y priorizar la inmigración de países hispanoamericanos, con los que, según afirma, existe mayor afinidad cultural y económica.
También critica la legislación vigente en materia de igualdad, asegurando que “hemos llegado a una situación absurda en la que una acusación sin pruebas puede destrozarte la vida”.
Independencia financiera y ataque al sistema mediático
A lo largo de la entrevista, el activista insiste en que no depende económicamente del sistema político. Asegura financiarse gracias a su comunidad de seguidores y a colaboraciones privadas. “No necesito la política para vivir”, recalca. Y acusa a los medios tradicionales de ocultar sus denuncias mientras se benefician de su trabajo: “Publican mis filtraciones y luego borran mi nombre”.
Pérez también cargó contra la “connivencia” entre empresas, medios y grandes partidos. Citó el caso del sistema electoral español, gestionado por Indra, y aseguró tener pruebas documentadas de tráfico de influencias y corrupción que, según él, ningún medio ha querido publicar.
“Quiero limpiar las instituciones. Y luego irme”
Alvise insiste en que su objetivo no es aferrarse al poder, sino liderar una transformación radical de las instituciones. Para ello, afirma que formará listas electorales con ciudadanos “normales”, sin pasado político: policías, agricultores, camioneros y trabajadores ajenos a los partidos tradicionales.
Su partido, Se acabó la fiesta, prepara su desembarco en las próximas elecciones generales. Y aunque reconoce las dificultades mediáticas y jurídicas a las que se enfrenta, asegura que su comunidad es fuerte y que no piensa rendirse.
“España no se va a levantar desde la moqueta del Congreso. Se va a levantar desde la calle, desde la verdad y desde el sentido común”, concluye.
