Adrenalina en el Asfalto: Somió y San Andrés de los Tacones, el Nuevo Epicentro de las Carreras Ilegales

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En las tranquilas parroquias de Somió y San Andrés de Los Tacones, en Gijón, la normalidad se ve interrumpida por el retorno de una problemática que recuerda a escenas de la popular saga cinematográfica Fast and Furious. Carreras ilegales de automóviles han estado sucediendo, invadiendo las calles con la adrenalina de la velocidad. Curiosamente, marcas de tiza en el asfalto que delinean un circuito improvisado han reaparecido en Somió, señalando el inicio y el fin de sus particulares competiciones.

La noticia ha, una vez más, activado las alarmas entre los vecinos y las autoridades locales. La madrugada se ve interrumpida por el ruido ensordecedor de motores, llevando a los residentes a alertar a la Guardia Civil y a la Policía Local, quienes se ven en la tarea de intervenir. Si bien el Ayuntamiento de Gijón, entidad a la que pertenecen los agentes locales, asegura que no tiene evidencias concretas de carreras organizadas, sí reconoce la realidad de estos encuentros veloces y su clara ilegalidad.

La situación parece repetirse en un ciclo interminable: tras los reportes de carreras ilegales, se despliegan operativos de vigilancia que, temporalmente, disuaden a los participantes. Sin embargo, con el tiempo, la actividad resurge, manteniendo a la Policía Local y a la Guardia Civil en un constante juego del gato y el ratón.

Los vecinos, acostumbrados ya a este fenómeno, observan con resignación y esperanza de que se encuentren soluciones definitivas. Entre las medidas barajadas por el Ayuntamiento de Gijón se encuentra la instalación de badenes y cámaras de videovigilancia, en un esfuerzo por dificultar las carreras y aumentar la seguridad.

A pesar de los esfuerzos policiales y de la comunidad, los corredores ilegales no tienen un perfil único, abarcando un amplio rango de edades y condiciones sociales, unidos únicamente por su amor a la velocidad. Esto complica las tareas de identificación y prevención, aunque no desanima a las autoridades en su compromiso por restablecer la tranquilidad en Somió y San Andrés de Los Tacones.

La realidad de estas carreras ilegales plantea desafíos significativos en términos de seguridad vial y convivencia en estas comunidades. Mientras tanto, los vecinos y las autoridades permanecen en alerta, esperando que las nuevas medidas puedan finalmente poner freno a esta peligrosa afición que rompe la paz de la noche gijonesa.

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