La polémica en torno a las filtraciones de material confidencial judicial ha alcanzado un nuevo punto crítico. José Luis Ábalos, exministro de Transportes y notable figura dentro del PSOE, ha hecho una petición formal ante el Tribunal Supremo para que se investigue cómo los videos de sus declaraciones, así como las de su exasesor Koldo García y de Víctor de Aldama, presunto intermediario en una trama de corrupción, llegaron a manos de la prensa.
Las declaraciones de estas tres figuras, realizadas los días 12, 16 y 17 de diciembre, se hicieron públicas el jueves pasado, generando una ola de especulaciones y críticas que, según el abogado de Ábalos, han dado lugar a un «juicio paralelo» en su contra. La defensa de Ábalos expresa su indignación, apuntando que es una irregularidad que estos materiales hayan sido divulgados por los medios antes de que incluso las partes implicadas en el caso tuvieran acceso a ellos.
Ábalos, quien anunció la presentación de esta petición a través de la red social X, denunció que este acto llegaba «tarde», dado que incluso la presentación del escrito había sido filtrada. Este escenario refuerza la imagen de un entorno donde las filtraciones son una constante, según palabras del propio Ábalos, quien argumenta haber estado enfrentando esta situación desde hace tiempo.
En respuesta a estos eventos, Ábalos no solo ha solicitado la investigación sobre estas filtraciones sino que también ha interpuesto un recurso de súplica. En él, demanda la nulidad de la investigación en su contra, arguyendo que se violó el derecho a la inmunidad parlamentaria y que se le investigó de manera ilegal por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
Por otro lado, la posición del Partido Popular como acusación popular es firmemente contraria a la anulación de la causa. Insisten en que a Ábalos se le han respetado todas las prerrogativas relacionadas con su condición de diputado y que la aparición de indicios sobre su presunta participación en actos delictivos no puede ser ignorada bajo ningún concepto.
Esta situación plantea serios cuestionamientos sobre el manejo de la información confidencial en los procesos judiciales y la influencia que los medios de comunicación pueden tener sobre la percepción pública de estos casos, potenciando lo que muchos denominan “juicios paralelos”. La demanda de Ábalos al Tribunal Supremo abre un nuevo capítulo en la ya prolongada saga de la política española y su interacción con la justicia, subrayando la delicada línea entre la transparencia, el derecho a la defensa, y la privacidad en los procedimientos legales.